La asociación EZAE dice que la reducción de aforo aboca a muchas de ellas al cierre

La asociación EZAE, que engloba a las salas de cine privadas y de gestión privada de Euskadi, ha mostrado indignación con las nuevas restricciones impuestas por el LABI que, según advierten «abocan al cierre a muchas salas». EZAE considera así «incomprensible» reducir el aforo de las salas al 35%, un porcentaje que no han tenido en ningún momento de la pandemia, y más aún cuando no se ha producido ningún brote en sus instalaciones desde el comienzo de la crisis sanitaria.

El Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), presidido por el Lehendakari, reunido ayer jueves, estableció nuevas restricciones para la Comunidad Autónoma Vasca, entre ellas, la obligatoriedad del uso de la mascarilla en entornos urbanos transitados, el cierre de todas las actividades, entre ellas la hostelería, a la una de la madrugada, así como la reducción de los aforos.

Las salas consideran inviable mantener su actividad con las nuevas restricciones y, además, temen que con unos aforos tan reducidos tengan dificultades para acceder a películas de estreno. De hecho, algunos cines socios de EZAE han decidido ya cerrar sus salas a partir de lunes, han anunciado.

En un comunicado, la Asociación de salas de cine de Euskadi ha destacado que durante las últimas semanas la mayor parte de las salas habían realizado «importantes esfuerzos» para recuperar sus horarios habituales, con los cines abiertos los siete días de la semana y sacando del ERTE a sus plantillas.

«Sin embargo, las nuevas restricciones van a hacer imposible sostener estos avances, con lo que se avecinan nuevos ERTE, cierres de cine y restricciones de horarios», han añadido.

Los socios de EZAE han reclamado así al Gobierno Vasco que rectifique y permita a las salas seguir en las mismas condiciones que hasta ahora, con un aforo del 60%, ya que «no se ha demostrado que en las salas de cine se haya producido ningún foco de contagio». «Hay que recordar que el uso de la mascarilla es obligatorio en estos espacios, y que se aplica estrictamente el distanciamiento social y el lavado de manos», han añadido.

Asimismo, han advertido que en 2020 las salas vascas acumularon unas pérdidas en su cuenta de resultados de 10 millones de euros con respecto al mismo periodo de 2019. De hecho, el número de espectadores que fue al cine en Euskadi en 2020 se redujo en más de un 65% respecto a 2019.

«Ante una situación tan crítica, las ayudas institucionales recibidas han sido claramente insuficientes», han incidido, para añadir que todos los esfuerzos realizados por los cines en los últimos meses estaban teniendo como objetivo ir recortando esas pérdidas, «y los datos más recientes eran esperanzadores».

Tras señalar que en los últimos meses habían llegado estrenos atractivos y el público estaba respondiendo, han lamentado que, con las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno Vasco, «se destruye todo lo conseguido durante los últimos meses a base de mucho esfuerzo y se coloca a las salas de Euskadi en el escenario más restrictivo y duro de toda la pandemia, sin causa que lo justifique».