Empresarios reclaman normas «simples» para la regulación del gobierno corporativo

El Círculo de Empresarios considera que el gran aumento de la regulación del gobierno corporativo, tanto a nivel nacional como internacional, ha sobrecargado las agendas de los consejos, y ha pedido a los reguladores «un esfuerzo de contención» y la elaboración de normas «simples, coherentes y realistas», tras procesos de consultas previas.

Así se expone en el documento ‘Los desafíos actuales del Gobierno Corporativo’, publicado este miércoles por el Círculo de Empresarios, en el que se recogen las conclusiones de una serie de mesas de debate organizadas para analizar los desafíos ante los que se enfrenta a día de hoy el gobierno corporativo, acelerados en buena medida por el impacto de la crisis sanitaria y económica.

En el informe se destaca también que, aunque las empresas familiares no cotizadas no están sujetas a ese incremento de la regulación, están aplicando cada vez más, de manera voluntaria, las buenas prácticas y recomendaciones de gobierno corporativo establecidas para las cotizadas, resultando recomendable que continúen avanzando en esa dirección.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA Y ESTRATEGIAS DE FUTURO

En el informe se señala que la pandemia ha supuesto una aceleración en el horizonte temporal de los cambios, particularmente los derivados de los avances tecnológicos» y que los consejos deben asumir y afrontar esas transformaciones estableciendo una adecuada estrategia de negocio a la que se adapte la transformación tecnológica, adaptando nuevas tecnologías ya probadas, aprovechando los ecosistemas donde una tecnología se explota de forma conjunta y teniendo debidamente en cuenta los riesgos de ciberseguridad.

El Círculo señala que en este entorno de cambio tecnológico acelerado y radical, los consejos deben centrarse fundamentalmente en la estrategia y en los cambios en los modelos de negocio de éxito para generar valor y resultados a largo plazo.

Considera que «el consejo de administración debe implicarse en la definición e impulso de un propósito de la compañía que sea creíble y estimulante, con proyección a largo plazo y plena implicación de los empleados, proveedores, clientes y otros grupos de interés sin olvidar, por supuesto, el interés de los accionistas».

Y añade que deben jugar un papel protagonista en la aplicación de las estrategias de ESG y la generación de una cultura corporativa que las impulse, respondiendo a unas nuevas exigencias de la sociedad.

Entiende, asimismo, que si bien la pandemia ha reenfocado transitoriamente la agenda de los consejos hacia asuntos de atención inmediata, en especial la liquidez y el bienestar de los empleados, no debe limitar su dedicación al propósito, los valores y al largo plazo entre sus prioridades como apuesta de futuro.