El Papa se recupera satisfactoriamente de su operación

El Papa recupera de forma «satisfactoria» del postoperatorio y ha comenzado a ingerir alimentos sin necesidad de sonda intravenosa, según ha informado el Vaticano.

El director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni, ha señalado en un breve comunicado que el Pontífice «continúa comiendo de forma regular» y ha «suspendido la terapia parenteral», es decir, la sonda intravenosa para llevar a cabo una nutrición asistida. Además, ha revelado que la histología realizada «confirma una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante».

Junto con ello, ha informado de que el Papa agradece los mensajes de cariño y oración que le han ido llegando de todos los rincones del mundo. «Está conmovido por los numerosos mensajes y el cariño recibidos en estos días y expresa su gratitud por la cercanía y la oración», ha señalado Bruni.

Según ha explicado la doctora Cristina Carretero Ribon, especialista de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), el diagnóstico del Papa implica que en algún momento «ha sufrido uno o más momentos de diverticulitis aguda», es decir, una «infección de los divertículos» que pueden presentarse «especialmente en el lado izquierdo del colon, en el sigma». «A veces tras un solo proceso infeccioso o varios procesos de repetición a ese nivel de diverticululitis, esa zona que de por sí es tortuosa y tiene curvas, se puede quedar un poco rígida o un poco más estrecha», ha aclarado la doctora Carretero.

Mientras, la estenosis circular grave implica, según ha señalado, que había «una zona de paso estrecha significativamente estrecha» pero esto no tiene relación con el significado de «enfermedad grave». Mientras, el hecho de que sea «esclerosante» significa que el proceso de diverticulitis ha provocado al Pontífice «que esa zona se quede más rígida menos móvil y más estrecha».

Benedicto XVI también está pendiente de la evolución Francisco tras la operación por un problema en el colon y reza por su pronta recuperación desde el monasterio en el que vive en el Vaticano retirado de la vida pública tras su renuncia al pontificado.

Así lo confirmó el martes el secretario personal del Papa emérito, el arzobispo Georg Ganswein, en declaraciones al canal de noticias de Mediaset Italia.

Francisco ha pasado su tercera noche en una habitación de la décima planta del hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde ingresó el pasado domingo a las 13:00 horas para someterse a una intervención quirúrgica que ya estaba programada con anterioridad. Está prevista una convalecencia de siete días. Se encuentra ingresado en la misma planta donde estuvo Juan Pablo II tras sufrir un atentado en 1981. La operación de Francisco duró tres horas y le fue aplicada anestesia general.

Su agenda para los próximos días se verá reducida. Durante el mes de julio, como es habitual, se han suspendido las audiencias generales de los miércoles. El próximo viaje internacional del Pontífice está programado del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia, según anunció él mismo.

Desde que empezó su papado, Francisco sólo había sido operado de cataratas en diciembre de 2019. En aquella ocasión se trató de una simple intervención en la vista, de rutina, realizada con láser, que no hizo que el Papa tuviera que ser ingresado más allá de unas pocas horas que no influyó en su agenda. El propio Pontífice lo avisó durante una visita a la cárcel romana de Regina Coeli. «Hace bien una renovación porque a mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas y no se ve bien la realidad: el año que viene tendré que operarme», había comentado él mismo mientras conversaba con los detenidos de la prisión de Roma.