Los galeristas de ARCO, dubitativos ante una feria «dura en lo económico»

Varios de los galeristas que han estado presentes en las últimas ediciones de ARCO se han mostrado dubitativos respecto al éxito de esta feria excepcional celebrada en julio, reconociendo que será «dura en el tema económico» y que «no será fácil» cerrar unas ventas exitosas, aunque «hay que intentarlo».

Uno de los galeristas que más ha sonado en estos días previos gracias a su ‘Guernica’ –que ya cuenta con tres potenciales compradores–, José de la Mano, ha señalado que la «dificultad» del año pandémico en el mundo del arte casi «obligaba» a celebrar esta feria, aunque reconoce la incertidumbre. «Va a ser duro pero nosotros lo necesitábamos: hay que empezar a andar», ha indicado.

Clemente Cayón, otro de los directores destacados de galería –que este año han traído una de las piezas más cara de la feria, ‘2ª blanca (Gran escritura blanca nº 2), de Jesús R. Soto, por 1,3 millones de euros– ha incidido en la necesidad de estar presentes después de la crisis.

«Se tomó la decisión en su momento y hay que apoyarlos y ya está. Obviamente, no es el mejor momento, pero hay que apostar por ello. Estamos en verano, ha habido una pandemia y la gente que gasta el dinero no está ahora en Madrid, pero estoy contento de estar aquí y veremos», ha explicado el galerista.

El director de la galería AND, Miguel Ángel Sánchez, también ha mostrado sus dudas. «Es difícil esta cuestión, aunque yo quiero pensar que va a ir bien. Pero a día de hoy, todo está en el aire», ha afirmado. No obstante, reconoce que en su caso ya ha contactado con varios coleccionistas internacionales y espera algunas ventas gracias a ello.

JUANA DE AIZPURU: «AHORA ESTOY MÁS OPTIMISTA»

Íñigo Navarro, de la galería Leandro Navarro, es por el contrario uno de los galeristas que considera «todo muy positivo». «Había muchas ganas de volver a estar juntos, la feria está preciosa y hay unas propuestas fantásticas. Veo bien esta edición porque se trata de volver a poner esto en marcha, adelantándose al resto de ferias internacionales», ha apuntado.

De la misma opinión es el galerista Guillermo de Osma, quien no obstante sí que afirma que «no será un ARCO fácil». «Pero nunca sabes: nos olvidamos de que la gente tiene muchas ganas de participar y, por ejemplo, a nosotros ya nos ha contactado un importante coleccionista mexicano que acaba de llegar a Madrid», ha indicado.

Dos de las míticas galeristas de ARCO, Juana de Aizpuru y Helga de Alvear, también han coincidido en mostrar su apoyo a la feria. «Ahora estoy más optimista que hace dos meses, que estaba bastante desanimada por la fecha y por la pandemia. Pero creo que ha habido una buena respuesta de los galeristas, también los extranjeros», ha afirmado De Aizpuru. «Hay súper obras y súper galerías. Si la gente no compra, es tonta», ha comentado con humor De Alvear.

VENTAS DESDE EL ‘DÍA 0’

Por el momento, y ya con el primer día de puertas abiertas, las ventas se están moviendo en ARCO. La galería José de la Mano ya están en negociaciones por el ‘otro Picasso’ de Ibarrola con tres instituciones, dos públicas y una privada, sin querer revelar por este motivo el precio de un mural que mide 10 metros por dos de altura y está compuesto por diez paneles.

Una de las más activas en el capítulo de compras, como viene siendo habitual en los últimos años, ha sido Helga de Alvear, quien ha explicado que ya ha comprado cinco piezas, algunas de ellas «súper obras». La única adquisición que ha revelado ha sido una escultura de Richard Serra en la galería Guillermo de Osma.

La galería catalana Senda ya ha vendido por 87.000 euros un tríptico de Gino Rubert al MNAC en el que aparecen numerosos artistas como Duchamp, Tapiès o Miquel Barceló. Y los ‘Cuerpos celestes’ de Glenda León también han encontrado comprador por 12.000 euros. Otra pieza relevante de este ‘stand’ como es la escultura de Jaume Plensa, ‘Sitting tattoo’, por el contrario aún espera comprador por 350.000 euros.

Desde la galería ADN el director Miguel Ángel Sánchez ha señalado que hay dos piezas reservadas: una del artista Abdelkader Benchamma por 16.000 euros y otra de Mounir Fatmi por 23.000 euros. Y en la galería Juana de Aizpuru también hay obra vendida, una escultura de los años 80 de Cristina Iglesias de la que no se ha relevado el precio.

Al igual que en anteriores ediciones, los precios de las obras oscilan en un amplio rango. En la galería Cayón se encuentra ‘2ª blanca (Gran escritura blanca nº 2), de Jesús R. Soto, que es por el momento la pieza de mayor precio –más de un millón de euros–, a falta de conocer otros. En la galería Leandro Navarro, por ejemplo, hay un Picasso de 780.000 euros, mientras que en Guillermo de Osma un Richard Serra de medio millón de euros.