Un juez de Las Palmas: «Los menas no son un problema social; son nuestra esperanza»

Arcadio Díaz Tejera, titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria y encargado de supervisar el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco, ha afirmado que los menores extranjeros no acompañados (menas) «no son ni un problema social ni un problema jurídico; son nuestra esperanza».

Así lo ha manifestado en comisión parlamentaria a raíz de que la Audiencia Provincial de Madrid haya validado el cartel electoral que desplegó Vox durante la pasada campaña electoral del 4M contra los menores extranjeros no acompañados, en el que comparaba la pensión de jubilación que recibe un mayor con el gasto mensual dedicado a estos, al afectar a «un evidente problema social y político».

El magistrado ha querido dejar claro que los menas son «esperanza» y «futuro» de la sociedad y ha asegurado que si no es por ellos, las futuras generaciones no cobrarán pensiones porque ellos van a ser los que mantengan el estado del bienestar. Ha señalado, además, que el uso que se ha hecho de los menas es de un «egoísmo supino» porque son «los mejores de sus países de origen y la gente más emprendedora».

Arcadio Díaz Tejera también ha asegurado que desde 2018 ya se sabía que la ruta canaria, a pesar de ser la más peligrosa, se iba a usar con más intensidad, entre otras razones, por la mayor vigilancia policial en el norte de Marruecos y porque el precio para cruzar el Estrecho había pasado de 1.500 a 4.000 euros. De hecho, en lo que va de año la cifra de migrantes que han llegado a las Islas es un 120% mayor a la del pasado año.

Además, ha comentado que se están extendiendo geográficamente los países de origen de los migrantes que vienen a Canarias. Así, mientras hace años provenían mayoritariamente de Marruecos, Mauritania, Senegal y Malí, ahora están llegando de Costa de Marfil, Níger, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo e, incluso, de las Islas Comoras, lo que supone tener que cruzar todo el continente africano.

Según Díaz Tejera, este hecho se ve reflejado por ejemplo en el Colegio León del barrio de El Laso, donde hace meses todos los migrantes acogidos eran de Marruecos y hoy apenas llegan a la quincena, mientras el resto son subsaharianos, muchos de ellos antiguos menores extranjeros no acompañados que ya habían viajado al Archipiélago con anterioridad.

Junto al Colegio León y el macrocampamento ‘Canarias 50’, el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Barranco Seco también se usa para la acogida de migrantes. El juez ha indicado que los principales problemas de los internos tienen que ver con el frío, la escasez de comida o la falta de tampones y compresas en el caso de las mujeres. A esto se suma la presencia de migrantes que pasan la cuarentena por COVID en este centro, lo que, según el juez, refleja un «problema de coordinación» que hace que no la pasen en un lugar adecuado.

En otro orden de cosas, el juez ha lamentado que mientras ya se está vacunando contra la COVID-19 a animales en algunos zoológicos de Estados Unidos, en África apenas el 3% de los mayores de 18 años están vacunados, en una semana se han contagiado 202.000 personas, en Uganda el 97% de la población está contagiada con la variante delta o que todas las vacunas que se están administrando en el continente africano tienen prohibido el acceso al pasaporte COVID.

UNA «FLAGRANTE VIOLACIÓN» DE LOS DDHH.

Durante su intervención, Arcadio Díaz Tejeda también ha hablado del muelle de Arguineguín, que, en su opinión, fue una «flagrante violación de los Derechos Humanos» y desea que «nunca más en Canarias se vuelva a repetir una experiencia como ésta». Asimismo, ha asegurado que lo que pasó con el llamado ‘muelle de la vergüenza» fue un «clamoroso silencio» de «todos los que han jurado o prometido la Constitución o los Derechos Humanos».

A su vez, ha censurado que no se ha dejado intervenir a la UME porque algunos pensaban que suponía «militarizar» el conflicto, así como que no se hayan utilizado algunas instalaciones militares que estaban en desuso, además de las «pegas» de algunos gestores locales.

Para intentar que esto no vuelva a pasar más, el juez considera que los responsables políticos sólo pueden «dar la batalla ideológica y política» para que lo que se haga en los países de origen y de tránsito «sea mejor, más intenso, más profundo y más útil» que lo que ese está haciendo; así como mejorar la acogida de los migrantes a su llegada al Archipiélago.

Otras recomendaciones de Arcadio Díaz Tejera pasan por implementar planes de inclusión y aulas de tránsito; que la reagrupación no se tenga que hacer sólo en primer grado, sino también hermano con hermana, por ejemplo; que se les permita viajar si tienen su documentación en regla; asegurar la asistencia jurídica, o que las pruebas óseas se saquen del ritmo de trabajo ordinario del sistema sanitario.