Parlamento andaluz pide a Junta «políticas de prevención y reparación de violencia vicaria»

El Pleno del Parlamento andaluz ha acordado este jueves, con los votos de PSOE-A, PP-A, Ciudadanos (Cs) y Adelante Andalucía, y el único rechazo de Vox, instar a la Junta a «impulsar las políticas de prevención, sensibilización, atención y reparación de la violencia vicaria», que así es como se define a aquella ejercida sobre los hijos para dañar a la madre.

Así lo ha acordado la Cámara andaluza al aprobar una proposición no de ley (PNL) que el Grupo Socialista ha defendido en el Pleno y con la que el Parlamento también insta a la Junta a que rechace «cualquier posicionamiento político negacionista que cuestione la violencia machista hacia las mujeres y sus hijos e hijas, creando los recursos de apoyo social, educativo, médico, psicológico y jurídico que sean necesarios, incorporando los recursos personales y presupuestarios en las consejerías con competencias en materia sanitaria, educativa, y en materia de justicia, a fin de reforzar la detección, atención y reparación de los casos de violencia vicaria».

En defensa de la iniciativa, la parlamentaria del PSOE-A Soledad Pérez ha puesto de relieve que Andalucía fue «la primera comunidad autónoma en incluir, en la Ley 7/2018, de 30 de julio, por la que se modifica la Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género, la violencia vicaria y proteger como víctima de violencia de género a ‘las madres cuyos hijos e hijas hayan sido asesinados’ (…), definiendo la violencia vicaria como la ejercida sobre los hijos e hijas, que incluye toda conducta ejercida por el agresor que sea utilizada como instrumento para dañar a la mujer».

«La violencia vicaria es una forma de terrorismo machista por el que las hijas y los hijos se transforman en objetos para continuar el maltrato y la violencia hacia la madre», ha sentenciado la diputada del PSOE-A al hilo de esta iniciativa que alude, entre otros, al reciente caso de la desaparición en Canarias de «las pequeñas Anna y Olivia, y la aparición del cuerpo de la mayor de las hermanas, que ha conmocionado a la sociedad española».

Tras advertir de que «el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén) tiene detectados en España a 471 menores en riesgo de convertirse también en víctimas de sus propios padres», desde el PSOE-A han sostenido que «no podemos permitir que, mientras siguen ocurriendo asesinatos a mujeres y de sus hijos e hijas, se sigan cuestionando las políticas de igualdad y de violencia de género en Andalucía».

«No podemos permitir que los avances que creímos conquistados se pongan en entredicho y cada vez más las mujeres andaluzas seamos moneda de cambio ante los ataques de la ultraderecha», ha subrayado la representante del PSOE-A, que ha sentenciado que, «en Andalucía y en España, eliminar la violencia de género y proteger a las víctimas no es una opción, es una obligación, y la ideología negacionista no puede estar por encima de nuestras leyes».

MENSAJES DE PP-A Y CS A FAVOR DE LA UNIDAD CONTRA LA VIOLENCIA

En el turno de posicionamiento de los grupos, la diputada del PP-A Ana Vanessa García ha asegurado que podría iniciar su intervención diciendo que «el repunte de casos» de violencia de género «es culpa de Pedro Sánchez y del Gobierno por recortar presupuestos y no desarrollar el Pacto de Estado». «Esto es lo que hacía Susana Díaz», pero «eso no es verdad», ha dicho.

«No es cierto que el Gobierno sea responsable, no voy culpar a ningún Gobierno porque ése no es el camino. Ningún Gobierno tenemos la solución, ésa es la realidad», ha afirmado antes de agregar que «lo mejor que podemos hacer es trabajar, trabajar y trabajar juntos desde nuestra diferencia ideológica».

García ha reclamado al Gobierno que «devuelva a los ayuntamientos andaluces lo que han recortado de fondos del Pacto de Estado», que ha traducido en que «han tenido que despedir a profesionales porque no les podían pagar», y ha concluido llamando a «arrimar el hombro», porque «hay vidas en juego», ha remachado su intervención.

La parlamentaria de Cs Mar Hormigo ha sostenido que la violencia vicaria es «una extensión brutal de la violencia de género», y ha defendido la labor que la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación que dirige Rocío Ruiz está llevando a cabo para ayudar «con medios y recursos a acabar con esta aberración que nos deshumaniza como país y como comunidad».

La representante de Cs ha realizado también un llamamiento a trabajar desde la unidad, todos juntos, en contra de estas violencias, «sin ninguna grieta o fisura que beneficiará siempre a los agresores», según ha advertido.

VOX Y ADELANTE INTERCAMBIAN CRÍTICAS EN TORNO AL «NEGACIONISMO»

Por su parte, la diputada de Vox Ana Gil ha comenzado sosteniendo que «quienes cometen estas atrocidades» de crímenes «merecen ser condenados de la manera más dura», pero ha reprochado a los socialistas que «ya no saben qué hacer con nuestro lenguaje para que traguemos con su ideología contra el varón».

En esa línea, ha criticado que a quienes sostienen que «la violencia no tiene género, y tanto hombres como mujeres merecen el mismo castigo ante la comisión de los mismos hechos, se nos llama negacionistas», cuando «nosotros hacemos extensible nuestra condena sin fisuras a todo aquel» que ejerza la violencia, sea hombre o mujer, según ha remarcado antes de tachar de «hipócrita» la PNL del PSOE-A.

La diputada de Adelante Andalucía Carmen Barranco ha replicado al «discurso negacionista de Vox» subrayando que se contabilizan «1.093 mujeres asesinadas desde que existe registro en 2003», y que «no criminalizamos a varones: tenemos compañeros, hijos, padres».

«Las mujeres no mueren, son asesinadas por maltratadores machistas, que se creen superiores», ha sostenido la parlamentaria en su respuesta a Vox, antes de recordar que las estadísticas señalan que 43 menores han muerto por la llamada violencia vicaria desde 2013.

Barranco ha reprochado a la Junta que «haya recortado un 64% en igualdad», por lo que ha colegido que «las políticas de igualdad son moneda de cambio de este Gobierno para contentar a la tercera pata (en alusión a Vox) que necesitan para gobernar».