La presencia de Covid en aguas las residuales madrileñas continúa descendiendo

La presencia de coronavirus en las aguas residuales del Canal de Isabel II ha seguido descendido en la última semana, tendencia consolidada desde mediados del mes de abril, según datos del sistema Vigía publicados hoy martes.

De esta forma, se sitúa en niveles de agosto de 2020. Los gráficos advierten que el nivel de Covid en las aguas fecales madrileñas fue importante entre los meses de septiembre y octubre, en la llamada segunda ola; para luego bajar y escalar de nuevo, llegando al récord a finales de enero (tercera ola). En febrero y marzo se redujo pero manteniéndoses niveles moderados hasta repuntar algo a principios de abril (la llamada cuarta ola) para desde entonces experimentar un sustancioso y prolongado descenso.

El sistema publica cuatro gráficos. Los tres primeros muestran la evolución general para toda la Comunidad de Madrid, Madrid capital y resto de la región y el cuarto expone la evolución del estado general de los puntos de muestreo por colores. Rojo para el número de pozos con aumento de presencia de SARS-CoV-2, naranja para los pozos con disminución leve, amarillo para pozos con disminución pronunciada y verde para pocos sin presencia de este virus.

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Los gráficos reflejan que la presencia de Covid-19 en toda la región ha continuado su desescalada esta semana y además de manera muy pronunciada, al igual que en el gráfico de la capital y del resto de la región

MENOS POZOS CON ÍNDICES ALTOS

Por pozos la tendencia es positiva. Los gráficos indican que se mantienen los pozos rojos; mientras que suben mucho los amarillos, descienden bastante los naranjas, mientras que se mantienen los verdes.

Los datos públicos ofrecidos en la página de Canal son el resultado de sus análisis genómicos, estadísticos y matemáticos. Cualquier interpretación sobre dichos datos corresponde, en exclusiva, a las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, que cuentan con más herramientas de análisis de la situación.

No obstante, desde la empresa pública manifiestan que, por la propia naturaleza del agua residual y de los análisis realizados, los cambios bruscos de tendencia necesitan un periodo de tiempo para su consolidación y validación.

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