Doménech: Reducir el número de contratos no resolverá las debilidades del mercado laboral

El responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, ha afirmado que la reducción de las modalidades contractuales no es una medida que «por sí sola, vaya a resolver las debilidades estructurales y crónicas del mercado de trabajo» en España, y ha indicado que se pueden simplificar e introducir restricciones al contrato temporal, pero, «si no se da más flexibilidad al contrato indefinido, seguirán sin hacerse esos contratos».

Doménech ha realizado esta reflexión en la rueda de prensa que ha ofrecido junto al director territorial Norte de BBVA, Carlos Gorria, para presentar una nueva edición del informe ‘Situación País Vasco’, donde ha subrayado que ya se está viendo «la salida económica y la luz», lo que hace pensar en un 2022 «muy distinto» a los dos últimos ejercicios.

En relación a si el cambio de la modalidad contractual que prepara el Gobierno pueden variar las previsiones de empleo que realiza BBVA Research, Doménech ha señalado que sus proyecciones están hechas bajo el supuesto de que «no hay cambios» en la política económica y todo lo que afecte a la evolución del mercado de trabajo «puede ir a favor o en contra dependiendo de lo que se apruebe».

Según ha indicado, en este momento hay «mucha incertidumbre» como para saber en qué se van a concretar las medidas que se están escuchando en los últimos trimestres, «más allá del calendario del que forman parte lo que se conocen como reformas estructurales con las que abordar las recomendaciones que la Comisión Europea lleva haciendo desde años».

Por lo tanto, ha insistido en que hay que esperar «a cómo se concreta y cómo se materializa», y ha manifestado que, hoy por hoy, lo que se ha presentado puede ser una «declaración de buenas intenciones», pero hay «una falta de detalle importante» y habrá que esperar «a ver lo que resulta del diálogo social y lo que finalmente se termina aprobando por parte del Gobierno».

En el caso de la reducción de las modalidades contractuales, ha manifestado que es una medida que «facilita y simplifica» pero que, «por sí sola, no va a resolver las debilidades estructurales y crónicas del mercado de trabajo» en España.

Según ha agregado, se pueden reducir los contratos a tres (fijo, temporal y de formación) y también se pueden introducir restricciones al contrato temporal, como ahora se está apuntando de cara a limitar su duración a un año para posteriormente convertirlo en indefinido, pero cree que si no se da «más flexibilidad al contrato indefinido, seguirán sin hacerse esos contratos».

A su juicio, es preciso hacer una reflexión y preguntarse, por ejemplo, por qué, en este momento, la tasa de temporalidad es «muy superior» en el sector público (30%) que en el privado (22%). Según Doménech, eso no tiene que ver «ni con la simplificación del número de contratos ni con las indemnizaciones de despido», sino que es «sencillamente porque las administraciones públicas encuentran en los contratos temporales un margen de flexibilidad del que no disponen con los contratos indefinidos».

«Hay muchos detalles que son importantes y, dependiendo de cómo se resuelvan, pueden condicionar la evolución de la economía y nuestras propias previsiones», ha señalado Doménech, que también ha manifestado que habrá que esperar a las propuestas en materia fiscal que finalmente se planteen porque ahora mismo hay «demasiadas incógnitas».