Hungría reitera ante España su oposición a las cuotas de reparto de migrantes

El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha reiterado este miércoles durante una visita oficial a España su rechazo al mecanismo de reparto obligatorio de migrantes y refugiados, argumentando que generaría un «efecto llamada» y que mermaría el margen de actuación húngaro a la hora de decidir «a quién deja entrar, con quién quiere convivir».

La gestión de los flujos migratorios ha sido durante estos últimos años uno de los recurrentes puntos de fricción entre los distintos gobiernos de la UE, con países como España a favor de cuotas obligatorias y otros que, como Hungría, rechazan de plano esta posibilidad, lo que ha dejado prácticamente bloqueada dicha iniciativa.

«La solidaridad tiene diferentes formas», ha declarado Szijjarto durante una rueda de prensa en Madrid junto a su homóloga española, Arancha González Laya, que por su parte se ha limitado a decir que ambas partes siguen «negociando» el Pacto sobre Migración y Asilo.

González Laya ha explicado que han hablado de la «dimensión externa» de dicho pacto, planteando por ejemplo cuestiones de cooperación con países de origen y tránsito, una formulación con la que el Gobierno de Viktor Orban aparentemente se siente más cómodo.

Szijjarto ha señalado que, en el ámbito migratorio, «se nota la presión» tanto en los Balcanes como el Mediterráneo y ha advertido de «nuevas olas», incidiendo en que Hungría y España son a su vez fronteras exteriores de la Unión Europea y que hay cuestiones de «seguridad» en juego.

«Nos aferramos a nuestro derecho a poder decidir nosotros por nosotros mismos a quiénes dejamos entrar, con quiénes queremos convivir», ha declarado, en alusión a una capacidad de decisión que quiere limitar a Budapest –«no aceptamos que sea Bruselas», ha apostillado–.

Así, ha defendido que solo puedan entrar a Europa quienes «respetan las normas» y ha subrayado que cruzar la frontera de forma ilegal «es un delito».

NUEVAS VÍAS DE COOPERACIÓN

La de este miércoles es la segunda visita oficial que realiza Szijjarto a España en menos de un año y, con ella, los dos países aspiran a reforzar una cooperación «cada vez más estrecha», en palabras del jefe de la diplomacia húngara.

En aras de esta cooperación, González Laya ha aplaudido la decisión del Gobierno de Hungría de abrir un nuevo consulado en Málaga y la apertura a inversiones en sectores como la automoción, la hostelería, las energías renovables o los transporte. También ha confirmado la voluntad de reforzar la enseñanza del español en Hungría.

Szijjarto ha resaltado en este punto que hay 220 empresas españolas en Hungría que dan empleo a unos 5.000 ciudadanos húngaros.