Covite y Anvite respaldan el fin de homenajes a presos de ETA

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) y la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (Anvite) han respaldado la intervención este miércoles en el Parlamento foral de la Asociación Gogoan, la Fundación Fernando Buesa y Elkarbizi, que han reclamado el fin de los homenajes a terroristas de ETA cuando salen de prisión.

Covite y Anvite han afirmado en una nota que estos homenajes, así como la presencia de pintadas y pancartas de apoyo a los presos de ETA en el espacio público, suponen «la construcción de espacios públicos asfixiantes para la mayoría de la sociedad vasca y navarra, y sobre todo para las víctimas, para quienes esta realidad es especialmente humillante, como muy bien han señalado las tres entidades que han intervenido en el Parlamento de Navarra».

Tanto Covite como Anvite ha agradecido también la denuncia que han hecho las tres asociaciones en el sentido de que los homenajes a miembros de ETA y las pintadas y pancartas en su apoyo son «una forma de legitimación directa del terrorismo y la violencia, algo inaceptable en una sociedad democrática y en un contexto de paz y convivencia».

En este sentido, desde Covite y Anvite evidencian que «el homenaje es un medio para realzar el pasado del preso como miembro de ETA y una forma de agradecerle el haber hecho el sacrificio de estar en la cárcel precisamente por haber pertenecido a ETA, puesto que no se realizan homenajes a aquellos presos de ETA que se han desmarcado de las directrices de la izquierda abertzale, han mostrado arrepentimiento y se han acogido a vías de reinserción».

Por tanto, las asociaciones de víctimas han señalado que «si queremos construir una sociedad pacífica y una convivencia en libertad, estos actos de reconocimiento público a personas que han estado condenadas por delitos de terrorismo y que se sienten orgullosas de su pasado criminal no tienen cabida».

Asimismo, Covite y Anvite han reprochado a EH Bildu su «constante negativa a dejar de celebrar y apoyar este tipo de actos, escudándose en que son muestras de cariño a los presos políticos por parte de sus familiares y polémicas artificiales». «Las supuestas muestras de cariño se podrían hacer en privado. Los actos que Covite lleva años denunciando no son muestras de cariño, sino homenajes públicos a personas condenadas por delitos de terrorismo que constituyen una forma de reivindicar su pasado violento. Eso es lo que no tiene cabida en una sociedad democrática y lo que lastra la construcción de la paz y la convivencia en el post-terrorismo», han insistido ambas asociaciones.

En esta línea, han añadido que, «como muy bien han señalado Gogoan, la Fundación Fernando Buesa y Elkarbizi, la empatía con las víctimas y la deslegitimación de la violencia terrorista son dos caras de la misma moneda». «No se puede acudir por la mañana a un responso en memoria de Tomás Caballero y por la tarde llamar preso político a su asesino y reclamar impunidad para los crímenes de ETA. No es coherente», han advertido.

Desde Covite y Anvite se han felicitado de que «cada vez desde más sectores políticos y sociales se denuncie la indignidad y la humillación que suponen los homenajes y las pancartas y pintadas de apoyo a los presos de ETA». «No hemos ganado la batalla judicial, puesto que no hemos conseguido ninguna condena por la celebración de estos actos, cosa que sí condenaba la Audiencia Nacional por los mismos hechos y con el mismo artículo del Código Penal hasta hace unos años. Pero sí estamos ganando la batalla social, puesto que la izquierda abertzale está totalmente sola en la defensa de estos actos condenables y reprochables», han señalado.

En su opinión, «eso es un triunfo del trabajo que lleva muchos años realizando Covite de documentación y denuncia de todos los actos públicos de legitimación de ETA que se realizan en el País Vasco y en Navarra». En este sentido, tanto Covite como Anvite han coincidido con Gogoan, la Fundación Fernando Buesa y Elkarbizi en resaltar que «el mayor reto al que nos enfrentamos en este tiempo de post-terrorismo de ETA es la pedagogía necesaria para la desradicalización violenta de quienes todavía defienden y justifican a ETA».