El mundo alcanzó el objetivo de cobertura de áreas protegidas de 2010

La comunidad internacional ha hecho grandes progresos hacia el objetivo global de cobertura de áreas protegidas y conservadas de 2010, pero se ha quedado muy corta en sus compromisos sobre la calidad de estas áreas, según un nuevo informe del Centro Mundial de Control de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), elaborado con el apoyo de la National Geographic Society.

La última edición del informe bienal ‘Planeta Protegido’ es el último informe sobre la Meta 11 de Aichi, la meta mundial de 10 años sobre áreas protegidas y conservadas que pretendía aportar importantes beneficios tanto a la biodiversidad como a las personas para 2020. La Meta 11 de Aichi incluía el objetivo de proteger al menos el 17% de las tierras y aguas interiores y el 10% del medio marino.

El informe refleja que desde el año 2010 a nivel mundial se ha incorporado a la red global de áreas protegidas una cobertura de casi 21 millones de kilómetros cuadrados, algo más que el equivalente a la superficie terrestre de la Federación Rusa, y se han incorporado nuevas áreas protegidas cada mes, a medida que los gobiernos nacionales y otros actores amplían sus esfuerzos.

En total, en la actualidad, 22,5 millones de km2 (16,64%) de los ecosistemas terrestres y de las aguas interiores y 28,1 millones de km2 (7,74%) de las aguas costeras y del océano se encuentran dentro de áreas protegidas y conservadas documentadas (OMEC, por sus siglas en inglés), lo que supone un aumento de más de 21 millones de km2 (42% de la cobertura actual) desde 2010, según revela el nuevo informe.

Está claro que la cobertura en tierra superará considerablemente el objetivo del 17% cuando se disponga de datos de todas las zonas, ya que muchas áreas protegidas y conservadas siguen sin estar documentadas, señala el informe.

El marco de la biodiversidad mundial para después de 2020 se acordará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (CDB COP15) que se celebrará en Kunming (China) en octubre y se prevé que incluya la ambición de aumentar la cobertura y la eficacia de las áreas protegidas y conservadas.

El Informe Planeta Protegido concluye que el reto será mejorar la calidad de las áreas existentes y de las nuevas para lograr un cambio positivo para las personas y la naturaleza, ya que la biodiversidad sigue disminuyendo, incluso dentro de muchas áreas protegidas. El Estándar de la Lista Verde de la UICN es la única medida global de un cambio global en la calidad.

Neville Ash, Director del PNUMA-WCMC, señala que «las áreas protegidas y conservadas desempeñan un papel crucial en la lucha contra la pérdida de biodiversidad, y en los últimos años se han hecho grandes progresos en el fortalecimiento de la red mundial de áreas protegidas y conservadas».

«Sin embargo –prosigue–, designar y contabilizar más áreas protegidas y conservadas no es suficiente; es necesario que se gestionen de forma eficaz y se gobiernen de forma equitativa para que puedan aprovechar sus múltiples beneficios a escala local y global y asegurar un futuro mejor para las personas y el planeta».

Para ser eficaces, las áreas protegidas y conservadas deben incluir lugares importantes para la biodiversidad. Sin embargo, según el informe, un tercio de las zonas clave para la biodiversidad, ya sea en tierra, en aguas interiores o en el océano, aún no están protegidas en absoluto.

Las zonas protegidas y conservadas también deben estar mejor conectadas entre sí, para permitir la circulación de las especies y el funcionamiento de los procesos ecológicos. Aunque ha habido mejoras recientes, menos del 8% de las tierras están protegidas y conectadas a la vez (muy por debajo del casi 17% de la superficie terrestre que ahora está protegida) y sigue siendo necesario garantizar que las zonas circundantes se gestionen adecuadamente para mantener los valores de la biodiversidad.

Además de designar nuevas áreas, el informe pide que se identifiquen y reconozcan las áreas protegidas y conservadas ya existentes, contabilizando los esfuerzos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y las entidades privadas, al tiempo que se reconocen sus derechos y responsabilidades.

Los esfuerzos de conservación de estos guardianes siguen estando infravalorados y no se informa de ellos, a pesar de que sus contribuciones son amplias para asegurar un futuro para la naturaleza, alertan.

El informe también concluye que es necesario hacer más para gestionar las áreas protegidas y conservadas de forma equitativa, de modo que los costes de la conservación no sean asumidos por la población local mientras que sus beneficios sean disfrutados por otros. Esto es clave para construir redes de conservación que cuenten con el apoyo y la participación de la gente de todo el mundo.

«La UICN se congratula de los enormes progresos realizados, en particular en la última década, con áreas protegidas que cubren una proporción creciente del planeta», señala el doctor Bruno Oberle, director general de la UICN.

«Como la biodiversidad sigue disminuyendo, ahora pedimos a las Partes en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad en Kunming que establezcan una meta ambiciosa que garantice una cobertura de áreas protegidas del 30% de la tierra, el agua dulce y los océanos para 2030, y estas áreas deben estar ubicadas de manera óptima para proteger la diversidad de la vida en la Tierra y ser gestionadas eficazmente y gobernadas de manera equitativa», añade.

Protegiendo las áreas intactas y restaurando los ecosistemas degradados, los países pueden crear una red para la naturaleza que ayude a detener e invertir la pérdida de biodiversidad, mantenga los servicios esenciales de los ecosistemas, ayude a la sociedad a afrontar y adaptarse al cambio climático y reduzca el riesgo de futuras pandemias.

Si se gestionan de forma eficaz, las áreas protegidas y conservadas pueden ayudar a prevenir una mayor degradación de los ecosistemas y a consolidar los avances del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. El Decenio se lanzará oficialmente el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente 2021. En muchos casos, las áreas en proceso de restauración se añadirán a la red de áreas protegidas y conservadas, para garantizar que los beneficios de la restauración se mantengan.