PNV critica que hay ministerios «remolones» en el cumplimiento de acuerdos y pide «imponer la voluntad política»

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha lamentado que hay ministerios «muy remolones» en el cumplimiento de los acuerdos de su formación con el Gobierno de Pedro Sánchez, al que le falta «un poco de hilván y coordinación» y que «alguien diga que la voluntad política es esa». «La voluntad política tiene que imponerse», reclama.

En una entrevista publicada por Deia, el diputado jeltzale recuerda que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene unos acuerdos firmados con PNV en la investidura que deberían completar y en los que «algunas cosas están funcionando bien y otras, no tanto». En este sentido, lamenta que, «en algunos ministerios, hay menos voluntad política o menos impulso político».

«Es un gobierno asimétrico. Le falta un poco de hilván y coordinación entre sus ministerios, un poco de jerarquía, que alguien diga que la voluntad política es esa», afirma.

En esta línea, censura que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, «llegó a un acuerdo muy claro» con el PNV sobre el traspaso del Ingreso Mínimo Vital para gestionarlo en Euskadi. «Creemos que hemos llegado al punto en que está todo listo desde hace muchos meses, pero no acaba de dar su brazo a torcer. Donde dije digo, digo Diego. Y no puede ser. No lo vamos a admitir», asegura.

El portavoz del PNV en el Congreso explica que su partido habla «frecuentemente con Moncloa» y le traslada los temas «atascados», no solo el del IMV porque «hay otros ministerios muy remolones», a los que les falta «voluntad política» e, incluso, «poca convicción frente a un mundo funcionarial que está en todas las administraciones, sean de un color u otro, y que tiene su propia agenda». Según remarca, «la voluntad política tiene que imponerse, y no vemos que ocurra en todos los ministerios».

En este sentido, también censura la actitud del Ministerio de Transportes, del que depende el trazado del Tren de Alta Velocidad, y que «incluso replantea acuerdos que estaban cerrados», lo que «es inaceptable». «Hemos intentado arreglar las cosas por las buenas. No entiendo las manifestaciones que ha hecho el PSOE, o incluso el propio Gobierno, con el delegado, hablando de fechas dadas por ellos mismos y que estén ahora replanteando los acuerdos asumidos. El PNV, evidentemente, no va a ceder. Estoy muy decepcionado», añade.

ELECCIONES EN MADRID

Respecto a la incidencia que pueda tener el resultado de las elecciones en la Comunidad de Madrid en el Gobierno de Pedro Sánchez, asegura que «Madrid no tiene influencia en la política que vaya a hacer el PNV» ni cree que el Ejecutivo «se sienta amenazado por lo que ocurrió». «Al revés, esto le impulsa a intentar prolongar la legislatura», opina.

Por contra, sí considera que «tiene importancia qué va a pasar con el Govern catalán, o si va a haber otra convocatoria de elecciones en Catalunya». En todo caso, advierte de que «no hay una alternativa a este Gobierno», que no ha conseguido «estabilizar la mayoría», pero no «por culpa del PNV» a pesar de las «discrepancias» que mantienen.

De este modo, señala que «la situación se debe a otros socios, incluso dentro del Gobierno: Podemos, que puede votar en contra de propuestas del PSOE». En este marco, elude «especular» sobre la posibilidad de agotar la legislatura ya que «habrá que ver cómo evoluciona». En su opinión, «hoy por hoy, la coyuntura anima a Sánchez a alargarlo lo más posible, pero si tiene unos socios fiables y dependiendo de la evolución de Podemos dentro del Gobierno».

ESTADO DE ALARMA

Por otro lado, alude a la decisión del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma, como había pedido el lehendakari, y advierte de que «en las próximas dos semanas veremos si se ha pasado página o no» ya que se comprobará «si hay repuntes» de la pandemia. «Si nos llevamos un susto, igual resulta que el Gobierno se tiene que replantear algo. Si la cosa va bien y ojalá vaya bien, esto se habrá convertido en un rifirrafe y algunos éramos unos exagerados», señala.

En todo caso, considera que lo ocurrido es «una imprudencia» porque, «sabiendo que hay vidas en juego, lo lógico hubiera sido cubrirse las espaldas».

«Lo único que pedimos es que nos den el único paraguas que existe hoy, y eso no quiere decir que haya toque de queda en todos los sitios o limitaciones, sino que, si son necesarios, las autoridades autonómicas puedan adoptar esas decisiones», precisa.

En su opinión, «la única explicación coherente» de que no se haya atendido esta demanda es la temporada turística. «Pero tuvimos llamadas y vi nervioso al Gobierno español el fin de semana del 9 al 10 de mayo cuando cayó el estado de alarma, porque veía lo que iba a pasar y lo que pasó efectivamente en muchas plazas y lugares. Vimos las aglomeraciones. Tuvimos llamadas diciendo a ver qué vamos a hacer, cómo lo vamos a afrontar… No entiendo que no hayan podido aguantar con el marco jurídico al menos hasta mediados de junio. Y ya no hay tiempo para cambiar la ley», señala.

A su entender, la posibilidad de recurso al Tribunal Supremo para las comunidades autónomas «no es una solución» y tampoco un estado de alarma por autonomías porque «el Congreso sería un cachondeo, votando cada tres días estados de alarma».

En relación a la presencia de público en los estadios, advierte de que el Ejecutivo «se está pasando de listo porque hay un acuerdo con nosotros». Esteban precisa que la competencia es autonómica y el Gobierno «la ejerce como si fuera suya y deja jugar en algunos estadios», según indica, «por presiones de la Liga o de quien sea». Por ello, recuerda de que «esta ley es recurrible» hasta el 30 de junio ante el Tribunal Constitucional y, «visto lo visto», no descarta hacerlo.

Asimismo, considera que la reforma legal planteada por el PP para gestionar la pandemia se utiliza por parte de la formación de Pablo Casado «más como banderín para agitarlo, y no para estar trabajándola ya». Según explica, «más allá de conversaciones de pasillos, no ha habido nada más».