En la noche del martes, el Barça de Ronald Koeman se puso la zancadilla ante el Levante y tiró por la borda la mayor parte de sus últimas aspiraciones para buscar la liga. Y es que, con una liga tan igualada, y de la que sólo le quedan ahora seis puntos por delante, los azulgranas ven alejarse todas las papeletas para alzarse en un hipotético triunfo frente al Atlético de Madrid, hoy favorito, y Real Madrid, el más cercano.
En esas, el planteamiento del técnico holandés en el Ciutat de Valencia parecía de todo menos agridulce. De hecho, llegaron a liderar el partido con una buena ventaja de 2-0 sobre el rival. Pero, como viene sucediendo en más de una ocasión con Ronald Koeman al frente, no supieron aguantar el resultado, y los levantinistas supieron hacerse con el empate a 3. Ahora bien; ¿qué se debe hacer con Koeman? Lo repasamos.
4El miedo a las alturas de un equipo mermado
Al equipo le ha faltado fuerza mental en muchos momentos de la presente temporada. Por eso se han visto dos caras muy diferentes del Barça de la primera mitad de curso al de la segunda. Y eso no lo ha sabido atajar Koeman porque ha sucedido en muchos partidos. Este martes en Valencia fue un ejemplo más.
Pero al holandés no le quedaban demasiadas fuerzas tras el empate para sonreír y ver algún vaso medio lleno. "De momento tenemos que asumir este resultado que ya es mucho". En efecto. Para él y para todos. Este vértigo no sana.
El miedo a las alturas, los mareos, el temblor de piernas... que cada uno escoja pero lo que le sucede a este Barça roza lo incomprensible. No pudo ser ante el Granada. Tampoco contra el Atlético. Y ante el Levante quedó claro que lo que no puede ser no es y, además, es imposible. No hay manera de que el conjunto azulgrana alcance el liderato, aunque sea de manera provisional como todo parecía indicar que sucedería ayer. Y no habrá otra oportunidad.
