Salsa brava casera para las patatas bravas

Las patatas bravas son una de las creaciones culinarias más típicas y famosas de nuestro país y se ha convertido en la tapa o ración más popular de nuestros bares y restaurantes. Pero estando en casa también podemos disfrutar de este sencillo manjar. Para ello la gran protagonista será la olla exprés, con ella prepararemos nuestra salsa brava para hacer unas ricas patatas bravas. No es difícil encontrar una olla barata en caso de que aún no dispongas de ella o necesites cambiar la tuya por una versión más moderna.

Preparar la salsa brava en la olla exprés

Las patatas bravas empezaron a servirse en España en el año 1960, se cree que tienen su origen en Madrid. Lo que es seguro es que en la actualidad siguen siendo un plato imprescindible que gusta a casi todo el mundo dada su versatilidad, pues existen multitud de adaptaciones; más o menos picantes, con o sin grumitos, corte cuadrado más o menos pequeño… La forma más tradicional de preparar las patatas es asarlas y luego freírlas para que por dentro estén jugosas y por fuera crujientes. Pero la salsa es el quid de la cuestión, porque cada cocinero tiene su receta y su forma de prepararlas. 

Una buenísima opción, dadas las múltiples ventajas que tiene cocinar con ella, es hacer la salsa brava sirviéndose de una olla exprés:

  • Los alimentos mantienen mejor su valor nutricional
  • Los sabores son más intensos
  • Las ollas exprés son muy seguras
  • Se cocina todo más rápido por lo que:
  • Gastas menos agua
  • Tardas menos tiempo
  • No desperdicias energía
  • Ahorras más dinero

Preparación de ingredientes

Para cocinar la salsa brava original necesitaremos los siguientes ingredientes:

  • 2 cebollas
  • 2 dientes de ajo
  • 4 tomates naturales
  • Cayena molida
  • 2 cucharaditas de pimentón picante/dulce
  • 2 cucharaditas de colorante
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 chorro vinagre
  • Aceite de oliva
  • Sal

Elaboración de la salsa brava

Si quieres que las patatas bravas te queden igualitas que en el bar sigue los siguientes pasos:

  1. Pica la cebolla en trozos grandes, los ajos puedes dejarlos enteros si son pequeños o cortarlos por la mitad si son grandes.
  2. Retira la piel de los tomates, si no lo has hecho nunca es probable que tu intención sea pelarlos con un cuchillo, pero una forma más rápida y sencilla de hacerlo que además deja el tomate entero e intacto es hervirlo primero en agua o introduciéndolo en el microondas habiéndole hecho unos cortes previamente.
  3. Tritura los tomates, puedes hacerlos pasándolos brevemente por la batidora.
  4. Cubre el fondo de la olla exprés con aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio.
  5. Agrega la cebolla troceada y los ajos  y pocha con cuidado de no quemar los ajos, si esto pasa se notará mucho en el sabor de la salsa.
  6. A continuación incorporamos la cayena, la cantidad dependerá de lo picante que quieras que sea tu salsa, si a ti y a tus comensales os apasiona el picante añade algo más de media cucharita de postre de cayena molida, si no es así con solo una pizca bastará. Cuando hagas más veces la receta poco a poco darás con el punto exacto de picante que te gusta. Es lo mejor de prepararla tú mismo.
  7. Acto seguido añade el colorante, el pimentón dulce y el pimentón picante, con este último igualmente deberás ir encontrando la proporción que se ajuste a tu paladar.
  8. Enseguida echamos a la olla el tomate triturado, lo sazonamos con un poco de sal y de azúcar para rebajar la acidez.
  9. Tapamos la olla y lo cocinamos a fuego fuerte, estaremos atentos y cuando comience a salir el vapor, procederemos a bajar el fuego a la mitad y terminaremos de cocinarlo entre cinco y ocho minutos.
  10. Una vez que el tomate está bien frito, vamos a echarle el chorrito de vinagre, solo un poco, no queremos que esté muy avinagrado y le quite protagonismo al resto de sabores.
  11. Por último lo retiramos de la olla, lo dejamos enfriar un poco y en un recipiente que tengas y sea apto lo vamos a batir para que quede bien suave y meloso.

Salsa brava ¿sin tomate?

Es curioso, pero sí, has leído bien. Hay quien sostiene que la salsa brava no lleva tomate, y, como en la cocina todo es cuestión de probar, queremos contarte también esta opción por si te apetece intentarlo o incluso por si tienes en casa una persona alérgica al tomate. La preparación viene a ser igual que la anterior, solo que en vez de añadir tomate se añade una cucharada sopera de harina y después un vaso de caldo de carne o, si eres vegano o vegetariano, puedes utilizar caldo de verduras. 

Ahora que ya sabes cómo preparar una deliciosa salsa brava en la olla exprés; ya solo falta compartirla en buena compañía y con unas cervecitas bien fresquitas.