El nodo AMIT –la Asociación de mujeres investigadoras y tecnólogas– de Murcia y la Comunitat Valenciana han remitido una carta a la Fundación Premios Rei Jaume I en la que «anima a tomar una mayor proactividad en el uso de un lenguaje inclusivo que favorezca la visibilidad de las mujeres en la ciencia y facilite el camino a las niñas».
En la misiva, el colectivo de investigadoras y tecnólogas desea que se comprenda «el cansancio y hartazgo que les provoca la expresa llamada a candidatos para los mejores científicos y emprendedores, que se mantiene en la convocatoria de sus premios del presente año».
La carta se remite también a la Generalitat Valenciana para que el mensaje «se haga extensivo a todas las entidades que premian, financian, desarrollan políticas o realizan comunicación científica y en ella se incide, además, en que ciertos factores como la falta de transparencia en la selección de los jurados o la no paridad en la composición de estos pueden afectar negativamente a la diversidad de género en la presentación de candidaturas».
La iniciativa cuenta con más de veinte adhesiones de asociaciones, sociedades científicas, fundaciones, grupos de investigación y organismos públicos, permaneciendo abierta a otras entidades.
Desde Amit señalan que son «conscientes de que los motivos por los cuales está presente el uso del lenguaje no inclusivo pueden ser no intencionales». Sin embargo, apuntan, «ya sea economía del lenguaje, costumbre o descuido, las mujeres no nos sentimos representadas en él.
«CANSANCIO Y HARTAZGO»
Y reiteran: «Entendemos que seguramente no existan malas intenciones, pero también aspiramos a que se comprenda nuestro cansancio y hartazgo. Este tipo de lenguaje ignora e invisibiliza a las mujeres investigadoras y tecnólogas y tiene graves consecuencias negativas para las futuras generaciones, ya que no apela a su participación».
«Algunas personas y autoridades se asombran de que las niñas no confíen en su capacidad intelectual y que tengan menos predisposición a presentarse a competiciones como las olimpiadas matemáticas. Pero lo cierto es que es difícil que se sientan apeladas por este lenguaje tan excluyente. Existen fórmulas para hacer el lenguaje más inclusivo y su uso sería particularmente apropiado a la hora de redactar una convocatoria de premios, una invitación a ponencias o a cualquier otro acto científico y cultural para el que se solicite la participación de la ciudadanía», argumentan.
En este sentido, defienden que «se puede hablar de científicos y científicas, pero también de personas dedicadas a la ciencia, de personas expertas, etc., también se puede hacer referencia a candidaturas en lugar de candidatos».
Nos consta que el personal de muchas de las fundaciones y entidades que utilizan el lenguaje que cuestionamos, están realizando avances en cuanto a otros aspectos relevantes como los tribunales paritarios y la participación en los mismos de grandes investigadoras. Es un esfuerzo que valoramos y queremos reconocer en el presente documento. Sin embargo, aún quedan factores como la falta de transparencia respecto a quienes integran los jurados y la no paridad en los mismos, que pueden afectar negativamente a la voluntad de presentarse a una determinada convocatoria», concluyen.