La Ejecutiva de Podemos asumirá las riendas de la formación morada ante la decisión de su hasta ahora líder, Pablo Iglesias, de dejar la política tras las elecciones madrileñas y será el órgano encargado de convocar la nueva Asamblea Ciudadana que elija al nuevo secretario general.
Además, el modelo de bicefalia cobra fuerza en el seno de Unidas Podemos dado que el partido morado tiene que elegir a su líder que tenga un mínimo de seis meses de militancia y la vicepresidenta, Yolanda Díaz, no es afiliada.
Según han explicado fuentes de la formación morada, será este órgano de dirección, compuesto por una veintena de dirigentes, el que pilote el partido en esta transición.
Aparte, han recalcado que hoy mismo ha tenido una breve reunión del Consejo de Coordinación para profundizar el análisis político de las elecciones de Madrid.
Dentro de este núcleo duro de dirección están las ministras Irene Montero e Ione Belarra, el secretario de Organización Alberto Rodríguez, el portavoz parlamentario Pablo Echenique, los coportavoces estatales Isa Serra y Rafa Mayoral, los secretarios de Estado Nacho Álvarez o Noelia Vera y la diputada Sofía Castañón, entre otros.
Su principal función será convocar la nueva Asamblea Ciudadana, lo que supondría un Vistalegre IV, dado que, según los estatutos, la convocatoria corre a cargo del secretario general o la Ejecutiva.
Por tanto y en ausencia de Iglesias será este órgano el que asumirá el mando del partido en esta transición desde que se convoque la Asamblea Ciudadana hasta que sea elegida el nuevo líder, junto a su nueva Ejecutiva.
MODELO QUE SE ORIENTA A LA BICEFALIA
Diversas fuentes en Podemos han aclarado que una cosa es el liderazgo del partido y otra la confluencia con Unidas Podemos, espacio político en el que también están vinculados Izquierda Unida, En Comú Podem y Galicia en Común.
Por tanto, lo presumible es que se produzca una suerte de bicefalia al aclarar que en el caso de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no puede ser elegida como líder de la formación morada por no ser afiliada al partido (milita solo en el PCE).
Esa vía ya había sido apuntada por Iglesias, pues detalló que pese a dar el salto a la política madrileña y dejar el liderazgo de Unidas Podemos dentro del Gobierno en la mano de Díaz, seguía ostentando hasta ayer su función de secretario general.
De hecho, los estatutos establecen que para optar a la Secretaría General de Podemos se requiere, como mínimo, una militancia de seis meses. Por tanto, el liderazgo de Díaz se enmarca en el seno de Unidas Podemos, que tendrá como adjuntos a los máximos responsables de las organizaciones que componen este espacio político.
En la rueda de prensa celebrada ayer para analizar los resultados de las elecciones regionales, tras una reunión con su ejecutiva, Iglesias apuntó que aunque ya no esté en las instituciones «seguirá comprometido con su país» y que «no será tapón» para una renovación de liderazgos.
Además, desde el 15 de septiembre manifestó que su propuesta de que Díaz fuera la próxima candidata a las próximas elecciones generales y aludió también a que en seno de la formación morada pensaba que había que dar paso a nuevos liderazgos femeninos.