Varios líderes y excargos autonómicos de Podemos han defendido este miércoles la retirada de la política de Pablo Iglesias anunciada tras las elecciones en la Comunidad de Madrid el 4M y han señalado que es «entendible» y que el propio Iglesias era consciente de que su ciclo político estaba llegando al «final» porque su liderazgo no era el que más «puede aportar».
Así lo ha expresado este miércoles el exsecretario general de Podemos Euskadi Roberto Uriarte que ha apoyado la decisión de Iglesias al entender que «su liderazgo no es el que más puede aportar» a la consolidación del espacio político de Unidas Podemos y al no desear que «la satanización» de su figura pueda perjudicar la labor de la persona que le va a suceder en el liderazgo.
En la misma línea ha explicado la salida el exsecretario general de Podem Cataluña Xavier Domènech, quien ha asegurado que esperaba su dimisión porque Iglesias, «hacía meses que tenía claro que su ciclo político estaba llegando al final», aunque le impactó igualmente conocer la noticia y ha pronosticado que «en el horizonte puede tener la idea de irse durante un tiempo, para poderse oxigenar, personal y políticamente».
Uriarte ha admitido que la jornada electoral de este martes, que finalizó con la victoria del PP de Isabel Díaz Ayuso y dejó a Unidas Podemos como quinta fuerza en Madrid con 10 escaños, fue «un día duro», más allá de que se haya «precipitado» el cambio de liderazgo en Unidas Podemos, ya que la izquierda no ha podido «romper» la «hegemonía» del PP, que lleva «varias décadas instalada» en Madrid.
La coordinadora de Podemos en la Comunidad Valenciana Pilar Lima también ha entendido la retirada de Iglesias, que ha calificado de «totalmente comprensible» tras el resultado en Madrid y el «insostenible acoso mediático y político» que ha empujado a Iglesias a optar por «mantener su familia». Lima ha considerado que en el partido «se abre ahora un proceso de reflexión».
ELOGIOS EN ASTURIAS Y CASTILLA Y LEÓN
Desde Castilla y León el secretario autonómico de Podemos en esta comunidad, Pablo Fernández, ha considerado que el ejemplo de Iglesias será un «faro» que «alumbrará generaciones» y le ha dado las gracias por su «generosidad, compañerismo, valentía, coraje, inteligencia, honestidad, audacia» y por «ser tan buena persona».
También le ha elogiado el secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa, al señalar que la marcha de Iglesias «refleja aún más su compromiso con un proyecto colectivo que debe aspirar a liderar gobiernos y cambiar las condiciones de vida de la ciudadanía».
Según Ripa, Iglesias «ha hecho una labor titánica para ponerse en primera línea e intentar un vuelco en Madrid», pero «desgraciadamente la historia se ha repetido con las últimas convocatorias electorales» en Madrid y «otra vez más» vuelve a gobernar el PP «de la corrupción para sus amigos», ha lamentado.
EL RELEVO PASA A YOLANDA DÍAZ
Por otro lado Uriarte ha afirmado que la dimisión de Iglesias ha sido «una retirada elegante» y ha asegurado que la sucesión en ese liderazgo por parte de la vicepresidenta Yolanda Díaz «es una apuesta bastante mayoritaria» que «no es de hoy».
Según ha apuntado el diputado vasco, Díaz tiene «capacidades excepcionales de liderazgo» y «una forma de hacer política que a lo mejor puede ser más eficiente en un momento que no es 2014», sino de «avance profundo de las fuerzas autoritarias y reaccionarias» en el ámbito internacional.
En esta línea, ha augurado que el cambio de liderazgo va a suponer «un repunte» para Unidas Podemos, tras el que ya se ha comenzado a ver en los comicios catalanes y madrileños, y también «un reforzamiento de ese espacio político».