¿Sospechas de que tu suelo pélvico no está bien? Atento a estas señales

La debilidad del suelo pélvico compromete la calidad de vida de una mujer. Por suerte, en los últimos años se ha constatado una mayor demanda de tratamientos para este tipo de patologías, y por tanto de diagnóstico, con un mayor abanico de posibilidades terapéuticas que aumentan el éxito del tratamiento y la mejora de la clínica del paciente.

“El suelo pélvico siempre ha sido el gran olvidado y únicamente empezábamos a oír algo de él cuando nos quedábamos embarazadas y teníamos algún problema, y acudíamos al médico de cabecera, al urólogo o al ginecólogo”, reconoce la doctora Mónica Macía, médico rehabilitador de la Unidad de la Mujer del Hospital Quirónsalud Zaragoza.

A su juicio, “afortunadamente” la sociedad va cambiando y hoy en día existe más posibilidad de poder acudir al especialista, comentar la existencia de sintomatología, y que éste la reconozca como tal y le de las opciones de tratamiento existentes actualmente para su curación, o disminución de la sintomatología.

Macía explica para poder comprenderlo mejor que el suelo pélvico es el conjunto de estructuras musculares y ligamentosas que cierran la parte inferior del abdomen, y donde están metidas una serie de vísceras importantes (recto, vejiga y el útero en el caso de las mujeres).

“La función más importante es la de sostén, de apoyo de los órganos del abdomen inferior. A través de él pasan los conductos de salida de estos órganos. Es importante y está un poco suspendido, de ahí la importancia de que esté firme y potente”, agrega la experta.

Así, menciona que una debilidad en el suelo pélvico podría ocasionar las siguientes patologías:

  • Incontinencia urinaria (perdidas involuntarias de orina, gases o heces).
  • Prolapsos (descenso de los órganos del interior de la cavidad pélvica al exterior)
  • Dolor pélvico.
  • Disfunciones sexuales.
  • Pre/postcirugía de región pélvica.
  • Incontinencia fecal.
  • Vejiga e intestino neurógeno.

LA INCONTINENCIA, LA PATOLOGÍA MÁS FRECUENTE DEL SUELO PÉLVICO

Entre estas patologías, la médico rehabilitador de la Unidad de la Mujer del Hospital Quirónsalud Zaragoza destaca que la incontinencia urinaria es el motivo más frecuente de consulta a las unidades específicas.

Dentro del tratamiento conservador de la incontinencia, la experta asegura que existen diferentes posibilidades en función de la clínica, del tipo y de la patología específica que tiene cada paciente: “Desglosando las posibilidades existentes desde el punto de vista del tratamiento rehabilitador podríamos diferenciar: reeducación de la musculatura del periné ; tratamiento farmacológico; electroestimulación musculatura perineal; neuromodulación del nervio tibial posterior; rehabilitación intervencionista (infiltraciones ecoguiadas); técnicas de masoterapia manual, drenaje; gimnasia abdominal hipopresiva, ejercicios flexibilizantes, ejercicios propiocepción perineal”.

No obstante, la doctora Macía resalta que ante las disfunciones del suelo pélvico, al ser una musculatura, se puede actuar sobre todo con los famosos ejercicios de Kegel, sobre los que advierte de que “hay que saber hacerlos bien”, porque de no hacerlos correctamente no solo no mejoraremos sino que podremos empeorar.

Entre las señales de alarma que podrían hacer sospechar de una patología de suelo pélvico, la especialista de Quirónsalud Zaragoza apunta a las siguientes: problemas incontinencia fecal, urinaria y de gases; todo el descenso de las vísceras, la salida del del recto, la vejiga o vagina hacia el exterior; sensación de disconfort que puede producirte algún bulto a nivel vaginal; dolor pélvico, incluso durante las relaciones.

Con todo, la médico rehabilitador de la Unidad de la Mujer del Hospital Quirónsalud Zaragoza subraya que ante la duda o cualquier sospecha de patología de suelo pélvico es vital acudir lo antes posible a la consulta de un experto, y a pesar de la pandemia, puesto que los centros sanitarios son hoy en día instalaciones seguras frente al contagio de COVID-19 al haber diseñado circuitos libres del virus.

Además, Quirónsalud Zaragoza cumple con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia, tal y como demuestra la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que así lo acredita.

“Las patologías de suelo pélvico pueden mermar y mucho la calidad de vida de las pacientes que los sufren. Todas tienen tratamiento conservador o farmacológico, y pueden tratarse mediante la reeducación de nuestros hábitos higiénico-dietéticos y alimenticios, con el objetivo de fortalecer esa musculatura, que si está muy debilitada hay que darle un refuerzo mediante técnicas de electroestimulación”, subraya.

Según asegura Macía, en los casos leves de incontinencia el tratamiento rehabilitador específico consigue un éxito elevado, con disminución e incluso desaparición de la sintomatología en más del 90% de los casos de incontinencia de esfuerzo. “El objetivo del tratamiento rehabilitador siempre va a estar encaminado a mejorar la calidad de vida de las pacientes y a mantener el éxito del tratamiento a largo plazo”, mantiene.

Por eso, según incide, se debe acudir a un especialista que evalúe el tono del suelo pélvico, y ante los síntomas de alarma antes citados: “La prevención también es importante.

Lo ideal sería actuar de forma preventiva, en el caso de las mujeres de manera rutinaria previo al embarazo, en el caso de los hombres previo a cirugía región pélvica”.

A su vez, considera que en estos casos también conviene actuar a tiempo, puesto que las posibilidades de mejoría son mayores si se actúa pronto. “Y muchas veces, el problema es que los pacientes no acaban de no identificar la existencia de patología. En realidad, el nivel de exigencia del paciente y el grado de aceptación de una disfunción en el suelo pélvico determinan el momento en el que se consultan al especialista”, sentencia la experta de Quirónsalud Zaragoza.