El 50% los consumidores globales no tiene claro qué marcas son éticas y sostenibles

Más de la mitad de los consumidores globales (59%) no tiene claro qué marcas son éticas y sostenibles y cuáles no, según las conclusiones del último estudio elaborado por Accenture sobre comportamientos de los consumidores a raíz de la COVID-19.

La investigación analiza los cambios en las actitudes, comportamientos y hábitos de los consumidores de todo el mundo a raíz de la pandemia, a través de oleadas que se realizaron del 28 de noviembre al 10 de diciembre de 2020 y del 25 de febrero al 5 de marzo de 2021 a 12.487 y 9.653 consumidores respectivamente, en 19 países.

Hecho público con motivo del Día Mundial de la Tierra que se celebra el 22 de abril, el informe apunta que el 75% de los encuestados apoyaría un estándar de etiquetado obligatorio pero simple, por ejemplo, un semáforo, para indicar cuán sostenible es un producto.

En este sentido, dos tercios (66%) de los consumidores creen que los gobiernos deberían introducir medidas para promover el «consumo consciente», como el ya existente respecto al cobro de bolsas de plástico.

Además, el 74% piensa que las marcas de consumo deberían hacer más para facilitar un consumo más consciente y el 44% de los consumidores admite que no comprende bien qué artículos puede y cuáles no puede reciclar.

«La pandemia está haciendo que los consumidores piensen más en el impacto que sus decisiones de compra suponen para el medio ambiente y la sociedad en general», según Oliver Wright, senior managing director de Consumer Goods de Accenture.

Oliver Wright sostiene que «el interés de los consumidores en la procedencia de los ingredientes y las materias primas, las condiciones laborales, el impacto ambiental de los productos terminados y el empaquetado, exige que las empresas sean ágiles y ofrezcan una cartera de productos y servicios que coincida con los patrones de compra cambiantes».

Por otro lado, la investigación pone de relieve que, en abril de 2020, el 67% de los consumidores dijeron que se estaban esforzando más en limitar el desperdicio de alimentos y probablemente continuarían haciéndolo en el futuro. Esta cifra en diciembre de 2020 se situaba en el 75%.

También en abril de 2020, el 57% de los encuestados señalaron que estaban realizando compras siendo más conscientes por la salud, cifra que aumentó al 66% cuando se les realizó la consulta en diciembre de 2020. Además, el 45% de los consumidores afirmaron que estaban tomando decisiones más sostenibles al comprar y probablemente continuarían haciéndolo. En diciembre de 2020, esta cifra se elevó al 64%