La Confederación Hidrográfica del Tajo retira residuos del río Guadarrama

La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, continúa los trabajos de retirada de residuos en el cauce del río Guadarrama a su paso por los municipios de Arroyomolinos, Móstoles, Batres, Navalcarnero y Villaviciosa de Odón.

Tras la finalización de las actuaciones el pasado febrero en Arroyomolinos y recientemente en Móstoles, término donde se localizaba un mayor volumen de residuos, en la actualidad se está trabajando paralelamente en la recogida y transporte a vertedero de los residuos acumulados en los municipios de Batres y Navalcarnero, con previsión de finalizar los trabajos a finales de mayo.

Estas tareas de limpieza, que se iniciaron el pasado mes de diciembre de 2020, se enmarcan en el contexto del acuerdo administrativo alcanzado el pasado julio por iniciativa del Ministerio con la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos afectados para poner en marcha un plan de choque que permita abordar el depósito y acumulación de residuos en dicho tramo del río, con el fin de proteger el ecosistema fluvial y sus valores ambientales.

Previo al comienzo de los trabajos, se elaboró un estudio para la localización y caracterización de los puntos de acumulación de los residuos. La inversión prevista por parte del organismo de cuenca es de casi 700.000 euros.

RESIDUOS RETIRADOS

Así, se han retirado en el dominio público hidráulico y en la zona de servidumbre del río Guadarrama cuatro vehículos abandonados en Arroyomolinos y siete en Móstoles, a lo que hay que añadir unos 30 metros cúbicos de restos de vehículos, lo que equivale a unas 50 toneladas.

También se han retirado cerca de 104 metros cúbicos de neumáticos fuera de uso (unas 165 toneladas), de los cuales 110 se localizaban en el término de Móstoles, así como 60 metros cúbicos de restos de aparatos electrónicos y eléctricos, el 85% en el término de Arroyomolinos.

Estos tres tipos de residuos se han acopiado temporalmente en las parcelas municipales cedidas por Arroyomolinos y Móstoles hasta su recogida por el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para su correcta gestión.

No obstante, los restos de construcción y demolición (RCD) son los que se acumulaban en mayor cantidad en el cauce del río Guadarrama, con unas 3.400 toneladas, de las cuales cerca del 90% se localizaban en Móstoles. Este tipo de residuos se está trasladando al vertedero de Pinto.

El resto de los residuos extraídos en estos dos municipios se corresponden con restos de podas y maderas (unos 200 metros cúbicos), colchones (90 toneladas) y residuos domésticos (70 toneladas).

De forma adicional, en Arroyomolinos se ha restaurado uno de los taludes de la margen izquierda del río, con el fin de renaturalizar y acondicionar el mismo, ya que hasta la fecha estaba totalmente cubierto de residuos.

A pesar de las inclemencias meteorológicas que han afectado a la zona en la que se realizan los trabajos, está previsto que concluyan en el plazo marcado.

«Independientemente de las actuaciones en desarrollo, resulta imprescindible que estos trabajos se vean acompañados tanto de una necesaria sensibilización y colaboración ciudadana como de eficaces tareas de vigilancia de la zona y control de accesos a la misma, a desarrollar por las administraciones competentes, que eviten la aparición de nuevos depósitos incontrolados», señalan desde la Confederación Hidrográfica del Tajo.

El acuerdo, refrendado por las diferentes administraciones, establece que este organismo es el encargado de la retirada los residuos depositados en el cauce del río Guadarrama y en su zona de servidumbre, cuya titularidad corresponde mayoritariamente a los ayuntamientos, y que la Comunidad de Madrid, junto a los municipios, actuarían en terrenos de vía pecuaria y resto de parcelas municipales, además de desarrollar las labores de vigilancia y seguridad.