La asociación ecologista Gurelur ha acusado al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra de autorizar «la matanza indiscriminada de miles de zorros en la Comunidad, sin justificación técnica y de gestión alguna, sólo con el hilarante y execrable argumento, por parte de los malos cazadores y de los malos gestores del Departamento de Medio Ambiente, de que este beneficioso animal se alimenta de las mismas especies que los cazadores matan».
Según Gurelur, «el Gobierno de Navarra permite a los gestores de los cotos el uso de artes prohibidas y execrables como son las batidas nocturnas, las esperas, la colocación de los mortíferos lazos, el uso de focos, las jaulas, y reclamos sonoros, habiendo eliminado por estas artes de destrucción miles de ejemplares de zorros de la naturaleza».
La asociación ecologista ha continuado señalando que «en los últimos años el Departamento ha concedido, sin estudio científico alguno que avale estas masacres, más de 1.300 autorizaciones para masacrar zorros fuera de las órdenes generales de caza».
Gurelur ha asegurado en un comunicado que «el papel del zorro respecto al medio natural es muy importante para el mantenimiento de los ecosistemas, dado que se alimenta de los cadáveres de animales que encuentra en el campo, previniendo de enfermedades y pandemias, entre ellas la mixomatosis del conejo».
«Otra función de este beneficioso animal en la naturaleza es el control de plagas agrícolas, ya que controla las poblaciones de ratones, ratas, topillos y topos. Sin los zorros seguramente tendríamos menos perdices en nuestros montes, menos conejos, más enfermedades y plagas de roedores en nuestros campos y menos variedad vegetal en la naturaleza», ha afirmado.
Según Gurelur, «el argumento de los malos cazadores de que los zorros afectan a las especies que ellos cazan se ha demostrado que no es verdad». «Estudios realizados por insignes científicos europeos, tras la eliminación de todo tipo de depredadores, incluidos los zorros, en un coto de caza, comprobaron durante seis años que las poblaciones de faisanes y perdices seguían en declive, lo que demuestra que la causa del declive de la fauna denominada cinegética no es por causa de los predadores, todo lo contrario. La presencia de los zorros en los cotos de caza es un bioindicador de la salud y buena gestión de los mismos», ha sostenido.