La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha defendido este lunes la necesidad de hacer un «ejercicio de humildad» respecto a la gestión de la pandemia y, en lugar de dar lecciones, apostar por la cooperación para salir de la crisis.
«Frente a la pandemia todos tenemos que hacer un gran ejercicio de humildad», ha subrayado la ministra en una entrevista en Onda Cero. «Aquellos que fuimos golpeados por la pandemia lo sufrimos primero, otros lo han ido sufriendo a medida que se ha ido desarrollando olas sucesivas», ha señalado.
Tenemos que ser muy humildes y no dar lecciones a nadie sino buscar entre todos aprender por la experiencia por la que hemos pasado, que aún no ha terminado, ayudarnos los unos a los otros para salir cuanto antes de la pandemia», ha defendido, incidiendo en que «nadie sabía cómo enfrentarse a una situación de semejante impacto.
Frente a quienes pensaron en algún momento que «esto no les iba a tocar o que no era importante», al final la COVID-19 «nos ha ido poniendo a todos frente al espejo tanto en España como en América Latina y también en otros países», ha añadido la ministra.
Así las cosas, ha insistido en que lo que se necesita es «más cooperación entre los países» tanto para vacunar como para contener el avance de la pandemia y también para salir «más rápido de la pandemia».
En este sentido, ha reiterado que la respuesta europea, «todos juntos», ha sido la correcta y que aunque lo ocurrido sea «casi un milagro», la tarea aún no ha concluido y es necesario que el sector público y el privado sigan trabajando juntos, apoyando a las farmacéuticas para que incrementen la producción de vacunas.
Además, hay que desplegar los recursos de la sanidad pública que, en el caso de España, ha valorado, es la «gran garantía» para que a todos los españoles «les estén llegando poco a poco las vacunas».
En cuanto a la posibilidad de que la Autoridad Europea del Medicamento (EMA) pueda autorizar próximamente la vacuna rusa Sputnik V, González Laya ha apelado a dejar que sean las autoridades sanitarias las que tomen la decisión, ya que esta es la «mejor garantía» para que las vacunas que se inoculan en la UE sean «seguras para los ciudadanos».
«El que que los científicos hagan su labor, sin interferencias políticas, será la mejor garantía para todos», ha remachado.