Cáritas ha denunciado este lunes que, un año después de la declaración del estado de alarma por la pandemia de Covid-19, las trabajadoras de hogar «siguen sin contar con el reconocimiento social que merece ni con unas condiciones laborales dignas».
En el marco de la celebración, este martes 30 de marzo, del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, Cáritas ha reafirmado su objetivo de dar visibilidad a un sector laboral que considera «esencial» y que, en pleno impacto del coronavirus, «siguió realizando su actividad pese a las difíciles condiciones de protección y distanciamiento, el miedo al contagio y, en muchos casos, la pérdida de empleos».
Desde la ONG recuerdan que «muchas mujeres empleadas de hogar no han podido trabajar durante el periodo de confinamiento», una situación que «las ha empujado a graves situaciones de precariedad», teniendo en cuenta que «el sector no cuenta con prestación por desempleo» y, por tanto, con «una eventual protección social ante situaciones de cese de actividad o circunstancias extraordinarias».
Es por eso que, desde el inicio de la actual crisis, Cáritas decidió poner el foco en la situación de «especial indefensión y vulnerabilidad» de estas trabajadoras, a la que, explican, «el Gobierno ha intentado dar respuesta mediante el establecimiento, hace justamente un año, de un subsidio extraordinario y temporal».
SOLO 1 DE CADA 100 COBRÓ EL SUBSIDIO
Sin embargo, señala Cáritas, «esta medida no ha servido, en la práctica, para cubrir las necesidades más urgentes de la mayoría de trabajadoras del hogar». Esto se debe, según la organización, «a las dificultades de acceso creadas por los trámites administrativos, al retraso o impago de las ayudas», así como «al hecho de que una buena parte de ellas no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, por lo que no tienen derecho a solicitarlo».
«El hecho es que tres de cada cuatro trabajadoras del hogar no han solicitado este subsidio y sólo una de cada cien lo ha cobrado», lamenta la organización.
La situación de estas mujeres, indica Cáritas, se ha visto agravada, además, por la prolongación en el tiempo de la crisis del Covid-19 que, según indican, ha provocado una caída muy importante en las contrataciones, que ya se habían visto afectadas a raíz de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En este sentido, precisa que, durante la pandemia se ha producido una caída importante de las afiliaciones a la Seguridad Social (21.365 menos que un año antes), que en la actualidad están en su nivel más bajo desde 2012.
Es por eso que, desde la organización, denuncian la situación de unas mujeres que «se están enfrentando, por un lado, a la pérdida de sus empleos y, por otro, a la necesidad de trabajar menos horas o las mismas, pero cotizando por menos» y, como reflejan los datos, a optar por trabajar en la economía informal. Desde Cáritas apuestan, frente a esto, por la sensibilización y por impulsar la dignificación de este sector, así como promover el pleno reconocimiento social y legal de la profesión.