De estrella a estrellado: las malas decisiones de Ronaldinho que acabaron con su carrera

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Caracterizado por su 'jogo bonito' y por su eterna sonrisa, Ronaldinho se encuentra en uno de los momentos más difíciles. Tanto, que esa sonrisa cautivadora y llena de magia que nos hizo disfrutar en los campos de juego ya no se da. O al menos no tan fácil. Mucho tiene que ver el fallecimiento de su madre, Doña Migelina, víctima de coronavirus.

La madre de la leyenda se despidió a los 71 años de edad. Ahora, Ronaldinho atraviesa un duro bache emocional que preocupa a muchos: fiestas descontroladas, alcohol, depresión... pero no es sólo de ahora. Repasamos las malas decisiones del brasileño que acabaron con una carrera que podía haber sido mucho más.

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La última bajada al infierno: su ingreso en prisión en Paraguay por cinco meses

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Pero esta bajada al infierno de Ronaldinho todavía le quedaba un suelo aún más profundo, probablemente el golpe más duro de soportar para él y su entorno: la cárcel. Todo tuvo lugar en abril del pasado 2020, donde tanto él como su hermano Roberto fueron trasladados a una cárcel de Asunción, Paraguay, tras la orden de prisión firmada por una jueza en el Palacio de Justicia, donde habían comparecido unas seis horas antes para la imposición de medidas.

Ambos fueron imputados por el hecho punible de uso de documento público de contenido falso por el fiscal Osmar Legal, de la Unidad Especializada de Delitos Económicos, al intentar ingresar en el país con pasaportes ficticios. El jugador llegó a Paraguay para realizar uno de los eventos promocionales con los que ahora se gana la vida. En el aeropuerto fue recibido con fiesta, rodeado de fans y escoltado por la policía, pero los agentes de fronteras enseguida descubrieron que algo olía mal.

Tanto él como su hermano Roberto presentaron pasaportes en los que se decía que eran paraguayos naturalizados, lo que a todas luces no era verdad. Para no colapsar el aeropuerto, la policía optó por esperar un poco y les detuvo más tarde, de madrugada, en su hotel. Finalmente fueron 171 días, cinco meses de detención en la capital paraguaya, que pudieron ser más. En un acuerdo realizado con la justicia local, los hermanos acordaron pagar una multa de 200.000 dólares a cambio de suspender el proceso.

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