Cs y PP pedirán una comisión extraordinaria tras los disturbios violentos

La presidenta de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, Luz Guilarte, ha anunciado este martes que Cs y el PP pedirán una comisión extraordinaria en el consistorio sobre seguridad, para «buscar consensos y tomar medidas y medios materiales» ante los disturbios de los últimos días.

En declaraciones a los periodistas este martes frente al edificio de la Unitat de Reforç a l’Emergència i la Proximitat (UREP) de la Guardia Urbana de Barcelona, Guilarte ha afirmado que ambas formaciones han llegado a un acuerdo porque «Barcelona merece que sea protegida y que las autoridades den apoyo con recursos y medios» a las fuerzas de seguridad.

Para ella, hay un abandono de los cuerpos de seguridad por parte tanto del Govern como del Ayuntamiento de Barcelona, y concretamente sobre el consistorio ha dicho: «Desde la llegada de Colau y el PSC al ayuntamiento se les ha rebajado efectivos, se les ha criminalizado y se les ha dejado sin medios humanos y materiales para ejercer su labor».

También pedirán que se convoque la junta de seguridad local «para que los agentes protejan la ciudad como es debido y que no se haga blanqueo de algunas fuerzas que reivindican la violencia»; y exigirán que el Ayuntamiento de Barcelona se persone como acusación por los daños a los agentes, ciudadanía y comerciantes durante los disturbios.

Guilarte ha considerado que se está produciendo una «degradación de las instituciones catalanas con la inclusión de partidos que han llegado a reivindicar la violencia», y ha asegurado que Cs utilizará todas las herramientas democráticas para que Barcelona y Catalunya no se conviertan en lugares sin ley, en sus palabras.

REUNIÓN COLAU-SÀMPER

Sobre la reunión que mantuvieron este lunes Colau y el conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, la líder naranja ha sostenido que «llega 12 días tarde» y critica a Colau por haber dicho que si no fuera alcaldesa estaría con los manifestantes, ha dicho textualmente; a Sàmper le ha reprochado su silencio ante los disturbios.

«Barcelona no puede seguir siendo una ciudad en estado de sitio, tenemos que tener a los cuerpos de seguridad apoyados y que se les den herramientas. No podemos permitir que se sigan lanzando esos mensajes de violencia, de que Catalunya es un campo de batalla», ha zanjado.