El calentamiento global representa una amenaza para las cadenas alimentarias

El aumento de las temperaturas podría reducir la eficiencia de las cadenas alimentarias y amenazar la supervivencia de animales más grandes, según una nueva investigación realizada por la Universidad de Exeter y la Universidad Queen Mary de Londres, y publicada en la revista ‘Nature’.

Los científicos midieron la transferencia de energía de las algas unicelulares (fitoplancton) a los animales pequeños que las comen (zooplancton) y encontraron que 4°C de calentamiento redujeron la transferencia de energía en las redes tróficas del plancton hasta en un 56%.

Las condiciones más cálidas aumentan el costo metabólico del crecimiento, lo que conduce a un flujo de energía menos eficiente a través de la cadena alimentaria y, en última instancia, a una reducción de la biomasa general.

«Estos hallazgos arrojan luz sobre una consecuencia subestimada del calentamiento global –explica el profesor Gabriel Yvon-Durocher, del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el campus Penryn de Exeter en Cornualles–. El fitoplancton y el zooplancton son la base de las redes tróficas que sustentan los ecosistemas marinos y de agua dulce de los que dependen los seres humanos».

«Nuestro estudio es la primera evidencia directa de que el costo del crecimiento aumenta a temperaturas más altas, lo que limita la transferencia de energía a lo largo de la cadena alimentaria», destaca.

El profesor Mark Trimmer, de la Universidad Queen Mary de Londres, explica que «si los efectos que encontramos en este experimento son evidentes en los ecosistemas naturales, las consecuencias podrían ser profundas. El impacto en los animales más grandes en la parte superior de las cadenas alimentarias, que dependen de la energía que se transmite desde la parte inferior de la cadena alimentaria, podría ser grave. Se necesita más investigación», advierte.

«En general, alrededor del 10% de la energía producida en un nivel de una red alimentaria pasa al siguiente nivel –señala el doctor Diego Barneche, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas y el Instituto Oceánico, de la Universidad de Australia Occidental–. Esto sucede porque los organismos gastan mucha energía en una variedad de funciones a lo largo de su vida, y solo una pequeña fracción de la energía que consumen se retiene en la biomasa que termina siendo devorada por los depredadores.

«Las temperaturas más cálidas pueden hacer que las tasas metabólicas se aceleren más rápido que las tasas de crecimiento, lo que reduce la energía disponible para los depredadores en el siguiente nivel en la red alimentaria», resalta.

El estudio midió la eficiencia de la transferencia de nitrógeno en el plancton de agua dulce que había estado expuesto a un experimento de calentamiento al aire libre de siete años en el Reino Unido.