Mapfre acoge en Madrid las exposiciones ‘Jawlensky. El paisaje del Rostro’ y ‘Tomoko Yoneda’

La Sala Fundación Mapfre Recoletos de Madrid acoge desde este jueves 11 de febrero hasta el 9 de mayo las exposiciones ‘Jawlensky. El paisaje del rostro’ y ‘Tomoko Yoneda’, según ha informado la fundación.

La selección ‘Tomoko Yoneda’, comisariada por Paul Wombell, ofrece una amplia panorámica de la obra de la fotógrafa japonesa que, pese a haber sido ya expuesta de forma monográfica en Japón y en Corea del Sur, todavía no había sido objeto de una muestra individual en Europa.

La muestra ofrece, por primera vez en España, un extenso recorrido por la obra de la artista a través de más de cien imágenes, incluyendo sus últimos trabajos, como ‘Diálogo con Albert Camus’, ‘Correspondencia. Carta a un amigo’ o ‘Cristales’.

Además, se presenta una nueva serie inédita sobrela Guerra Civil española y la figura de Federico García Lorca, resultado de un encargo específico de Fundación Mapfre. El recorrido por la exposición engloba 17 proyectos fotográficos.

La selección también cuenta con material documental perteneciente a la propia artista: libros, postales, cámaras de fotografía, un vídeo y otros objetos.

Tomoko Yoneda (Akasi, Japón, 1965), estudió fotografía en Chicago y más tarde en Londres, donde vive actualmente. Animada desde joven por la vocación periodística, sus obras suelen hacer referencia a hechos históricos contemporáneos: paisajes e interiores asociados a conflictos armados con los que quiere dejar constancia de la presencia intangible de la historia en el transcurso cotidiano de la vida y no sólo en los monumentos que la evocan o los restos que dan testimonio de ella.

‘JAWLENSKY. EL PAISAJE DEL ROSTRO’

Por su parte, la muestra ‘Jawlensky. El paisaje del rostro’ está comisariada por Itzhak Goldberg y organizada por Fundación Mapfre, Madrid; Musée Cantini, Marsella; y La Piscine, Musée d’Art et d’Industrie André Diligent, Roubaix.

La exposición recorre la trayectoria del pintor ruso Alexéi vonJawlensky desde sus orígenes y los inicios de su carrera en Múnich, pasando por la transformación que experimenta su pintura en Suiza, hasta sus últimos años en la ciudad alemana de Wiesbaden.

La selección de obras, que supera el centenar, ofrece un amplio recorrido cronológico por la trayectoria del pintor a través de seis secciones, al tiempo que establece puntualmente un diálogo con piezas de distintos artistas que compartieron inquietudes e intereses con Jawlensky o tuvieron determinada influencia sobre él.

Entre estos otros autores se encuentran los franceses Pierre Girieud, Henri-Edmond Cross, André Derain, Henri Matisse o Maurice de Vlaminck, compañeros de viaje durante el período postimpresionista y fovista; la pintora Marianne von Werefkin, compañera de Jawlensky hasta 1921; Gabriele Münter, una de las pocas mujeres asociadas al expresionismo alemán; o Sonia Delaunay, a quien le une el uso vibrante del color.

Tras una primera etapa artística en su país natal, el ruso Alexéi von Jawlensky (1864-1941) desarrolló la mayoría de su carrera en Suiza y Alemania, donde, en contacto con Kandinsky su círculo, se convierte en uno de los protagonistas del movimiento expresionista a través de la Nueva Agrupación de Artistas de Múnich y de su relación con el grupo El Jinete azul.

Pionero en el desarrollo de una pintura que camina hacia la abstracción, su obra se basa en series y retornos casi obsesivos sobre un mismo tema, en especial sobre el rostro.

Jawlensky representará una y otra vez el semblante a la búsqueda de una imagen «esencial», invisible, en una indagación que remite al icono ruso y su significado. La tenacidad de Jawlensky en torno al rostro nos sitúa ante un intenso testimonio del proceso de creación artística y ante un asunto clave en nuestro presente: la contemplación del rostro ajeno cuando, por diversas razones, con frecuencia se nos presenta velado.