Con toda la pandemia, el teletrabajo se ha disparado. Seguro que tienes un ordenador con Windows por casa que apenas usabas para trabajar, si no para jugar. Sin embargo, ahora al tener que meterle tantos programas, habrás notado que el rendimiento es muy inferior a como era. Por eso te vamos a ayudar desde aquí a dejarlo niquelado para que te rinda a tope y que tus juegos no sigan quedándose congelados. Y es que los jugadores no son personas normales. Necesitan un equipo que cumpla con todas sus exigencias. Entre ellas está que las partidas vayan fluidas.
Imagínate que estás en medio de un tiroteo de Fortnite o de Warzone y el Windows te saca del juego a la pantalla principal porque no tiene suficiente memoria para seguir con el juego. El enfado va a ser épico. Pero con los consejos que te vamos a dar, ya no vas a sufrir sorpresas desagradables. Pero además de tus juegos, vas a notar una mejor soltura a la hora de trabajar. Ya verás como tardan en arrancar esos pesados programas que usas para tus documentos. Incluso podrás mantener reuniones a través de Zoom sin que el Windows se resienta. Vamos a ver qué podemos hace para mantener nuestro sistema operativo en perfectas condiciones.
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Conocer el equipo al detalle
A veces hay que tener en cuenta qué tiene nuestro equipo. Los componentes más importantes en un ordenador con el que vayamos a jugar son el procesador, la memoria RAM, el disco duro y la tarjeta de memoria.
Puede ser que tengamos un Windows actualizado a la última versión pero que el PC tenga más de 10 años. En este caso, será muy complicado el poder hacer correr juegos muy actuales. Incluso a Fortnite le costará.
Por eso, deberás saber qué componentes tiene tu ordenador para calcular si el rendimiento de los juegos puede ser óptimo. Si necesitas actualizar algún componente, siempre es más barato que comprar un ordenador nuevo.
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Windows debe responder al instante
Si hemos visto que tenemos un ordenador con componentes adecuados para que pueda correr todo perfectamente, ahora tenemos que tener un Windows que responda al instante. El sistema operativo de un ordenador es algo imprescindible.
Un Windows es más o menos como un coche. Si tu a tu coche lo cargas con muchas maletas en el maletero, un sofá en la baca y va lleno de objetos, el coche tardará mucho en coger velocidad e incluso irá mas lento de lo normal.
Si un sistema operativo tiene muchos elementos, servicios y aplicaciones que se inician al arrancar, irá más lento. Por eso deberemos eliminar todo lo que no nos haga falta para jugar. Buscando msconfig encontraremos un menú en el que decidiremos qué se inicia cuando arranquemos Windows y qué no.
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Instalar mejores herramientas en Windows
Ya tenemos a punto en nuestro ordenador para juegos tanto los componentes como lo esencial para el sistema operativo. Ahora es momento de ver qué software nos va a acompañar en nuestro día a día.
En ciertos ordenadores vamos a poder retocar algunos factores internos a nivel de programas que le dará un extra de potencia a nuestra máquina. Con ella podremos tocar partes internas con tan solo darle a un botón.
También podremos hacer algunas pruebas del sistema. Con ellas averiguaremos el rendimiento del PC y podremos evaluar la potencia y rendimiento gráfico de nuestra máquina. Es muy útil para ver cuáles son sus límites de trabajo.
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Hacer overclocking a la CPU en Windows
La CPU es el procesador de nuestro ordenador. Hay microprocesadores que permiten aumentar un poco más la potencia haciéndoles que rindan más rápido. Así podemos llegar a correr juegos que de otra manera sería imposible.
Para hacer overclocking a nuestra máquina, hay múltiples herramientas. Con ellas podremos hacer ajustes de forma manual. También podemos dejar al propio programa que haga su magia para mejorar la potencia de nuestro Windows.
Eso sí, para poder llevar a cabo esto, vamos a tener paciencia. Y es que no es un proceso demasiado rápido. Además conlleva varios reinicios. Sin embargo, el resultado es estable. Pero es una técnica peligrosa si no sabemos muy bien lo que hacemos y podemos acortar la vida de nuestro ordenador.
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La conexión es muy importante en Windows
Tener un Windows muy preparado, con un equipo a toda potencia y con la CPU overclockeada no te sirve de nada sin una buena conexión. Esta variable puede ser definitiva, porque ahora mismo, la mayoría de los juegos van a través de internet.
Si la conexión con la que jugamos es inestable, las partidas van a ser muy frustrantes. Aparecerá el Lag. El lag es un retraso en nuestra partida con respecto a lo que está pasando en la realidad. Veremos movimientos raros o congelaciones.
Hay muchos sistemas operativos que nos permiten asignar un ancho de banda máximo y estable para nuestros juegos. Con ello, se va a dedicar toda la potencia de nuestro internet para jugar y así no tener problemas.
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Hay que tener todo actualizado
Otro de los puntos que hay que tener muy en cuenta son las actualizaciones. Los juegos antaño te venían terminados desde su publicación. Hoy, gracias a la tecnología esto ha cambiado.
Cuando se publica un juego, puede haber una serie de fallos que el estudio va a corregir. Estos fallos se solventas a través de parches. Así que conviene actualizar cada vez que podamos los juegos a la última versión.
Lo mismo pasa con los controladores, si tenemos desactualiza la tarjeta gráfica o el sonido, puede darnos unos fallos que nos arruine la experiencia de juego. E incluso puede que los juegos no nos funcionen hasta que tengamos todo en regla.
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Configuración de los juegos en Windows
Otra de las cuestiones que más pueden afectar al rendimiento es una mala configuración de los juegos. Hay veces que si no están bien puestas las opciones, el título va a ir muy mal e incluso no va a funcionar.
Es una buena costumbre la de dedicar unos minutos a ver las opciones gráficas de cada juego de Windows. Así, modificándolas, podremos obtener el mejor rendimiento posible sin sacrificar velocidad. A veces es mejor perder calidad gráfica a cambio de una mejor tasa de refresco.
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