Hosteleros de la ciudad de València han rodeado, a golpe de cacerola, el Palau de la Generalitat para mostrar su «hartazgo e indefensión», tras el cierre de la actividad de bares, restaurantes, cafeterías y locales de ocio que ha entrado en vigor este jueves, como parte de las medidas establecidas por el Consell para frenar el avance de la pandemia en la Comunitat Valenciana.
Bajar la persiana a las 17.00 horas, como se estableció el pasado 7 de enero, fue «la estocada final» y ahora el cierre completo de la actividad es «la ruina total del sector», ha asegurado Juan Ortega, portavoz de la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, en declaraciones a los medios durante la protesta.
En este escenario, «más de la mitad de los negocios que había abierto, que ya eran menos de la mitad de los que hay, van a cerrar. Estamos hablando de que más del 50% del sector seguramente cerrará y no volverá a abrir», estima Ortega.
El acto protesta ha arrancado con la lectura de un manifiesto, en el que la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia señala que «no se puede cerrar la hostelería para parar en seco la escalada de contagios en la Comunitat sin suspender toda la actividad económica no esencial».
«Ya está bien de agravios comparativos y de culpabilizar a la hostelería y al ocio, poniéndolos en el centro de la diana cuando se habla del origen de los contagios sin ninguna evidencia científica probada», subraya el manifiesto.
Para la Coordinadora, «el sector está pagando, además, un elevado coste, con un cierre que llega sin un soporte económico que verdaderamente atienda a las necesidades de las miles de pymes que difícilmente pueden seguir manteniéndose en pie, sin ingresos y con unos elevados y asfixiantes gastos fijos mensuales».
«SEGUIMOS SIN SABER QUÉ AYUDAS NOS VAN A DAR»
Ante esta situación, los hosteleros reclaman ayudas. Ortega señalado que «el ‘Plan Resiste’ suena muy bien en los titulares, pero a día de hoy seguimos sin saber en qué va a consistir y en qué nos van a ayudar. Hubo un anuncio el lunes, han pasado cuatro días y a día de hoy seguimos sin saber qué ayudas, cómo nos las van a dar y en qué momento».
En este sentido, el portavoz de la Coordinadora ha admitido que «hay un sentimiento generalizado de desconfianza, porque estamos cansados de la letra pequeña de todos los decretos y normativas que se han aprobado hasta ahora, que han acabado convirtiéndose en ayudas trampa que no han llegado a todos».
Para evitar que se repitan los mismo errores, la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia pide participar en una nueva mesa de negociación que atienda a las demandas de los propios hosteleros y «que debería de activarse con carácter de urgencia», puesto que «las ayudas directas no deben demorarse ni un día más», ha puntualizado.
Ortega ha recordado que las pymes del ocio y la hostelería suponen el 7% del PIB en la Comunitat Valenciana, generan una riqueza de cerca de 12.000 millones de euros, de los que 4.000 millones van a parar a las arcas públicas en ingresos a través de impuestos cada año. «Con estas cifras, nos las merecemos las ayudas porque además las vamos a pagar, en cuanto empecemos a trabajar, con los impuestos que estamos pagando se van a pagar sobradamente», ha argumentado Ortega.
«No pueden dejarnos de lado, como ya ha hecho el Gobierno Central con un paquete de medidas que son una auténtica tomadura de pelo», ha agregado.
«Nuestras persianas se han bajado y no sabemos ni cuando ni cómo y ni si las podremos volver a levantar», ha lamentado Ortega. En este momento se han alzado unas llaves, un un mensaje para el Consell: «Son las llaves de nuestros negocios, las tiene Ximo Puig y la Generalitat, son ellos los que tienen que hacer que estas llaves sirvan para abrir nuestros negocios y funcionar», de manera que en verano, cuando se supone que va a llegar el turismo, tengamos una industria del turismo».
De lo contrario, «cuando empiecen a llegar turistas no va a haber empresas del turismo en la Comunitat Valenciana porque vamos a estar cerrados o arruinados», ha sentenciado.