La alcaldesa socialista de Molina de Segura, Esther Clavero, ha querido aclarar, en una rueda de prensa, la polémica suscitada por su vacunación contra la Covid-19 y ha puesto su cargo y militancia «al servicio de su partido», aunque no ha dimitido.
Acompañada de todo su equipo de gobierno, la alcaldesa de Molina de Segura, Esther Clavero, ha informado que ha puesto «al servicio del PSRM su cargo como alcaldesa del municipio y su militancia del partido». Sin embargo, Clavero no ha presentado su dimisión como alcaldesa del municipio molinense.
La primera edil ha defendido su postura y ha querido dejar claro que no se ha servido de su cargo público para saltarse el protocolo de vacunación, como «sí han hecho otros», ha esgrimido
Con respecto a la postura de su partido, Clavero ha asegurado que «ha hablado personalmente con Diego Conesa», quien le «ha manifestado su apoyo» porque «es claro que si hubiera hecho algo mal lo hubiera hecho a escondidas», ha dicho la alcaldesa.
En este sentido, Esther Clavero ha mencionado que si «realmente hubiera hecho algo malo me hubiera vacunado con el centro de salud cerrado, sin otros pacientes, sin celadores y sin nadie. Por lo que, ha argumentado, en ningún momento se ha ocultado la vacunación y que esta se hizo «con luz y taquigráficos, a plena luz del día y con otros usuarios que estaban allí presentes».
«Acudí a plena luz del día, con el centro abierto y con otros pacientes que me vieron porque pensé que no había nada malo en lo que hacía», ha reiterado.
Con respecto a este episodio, la Clavero ha narrado que a ella la llamaron desde su centro de salud para que le inocularan la vacuna y que, tras solicitar personalmente que comprobaran si le tocaba, «recibí una llamada de la responsable de enfermería de mi centro de salud en la que había conformado con la gerencia del SMS que todo estaba correcto».
Clavero ha argumentado que pidió explicaciones a la directora de enfermería del centro de salud y al director del centro médico donde le administraron la vacuna para conocer si «me correspondía la vacuna» y que, tras la comprobación con el SMS, se la administró.
NO QUERÍA VACUNARSE
Es más, la alcaldesa ha manifestado que ella no quería vacunarse «pero que desde el centro de salud le insistieron en que, debido a su historial clínico y su cargo, debía vacunarse o coger una baja médica».
En cualquier caso, Clavero ha dicho que «quizá no fue lo suficientemente precavida ante esta situación», pero no lo consideró porque «pensaba que no estaba haciendo nada malo tras haber recibido todas las comprobaciones facultativas y del propio SMS».
Por su parte, la alcaldesa de Molina ha manifestado que ha sufrido «una violación de su intimidad, ya que se ha accedido a datos personales de su historial clínico con un fin político», por lo que «tomará las medidas oportunas para aclarar estos hechos».
Finalmente, ante las informaciones que señalan la existencia de una relación personal entre ella y el director del centro de salud de Molina donde se le administró la vacuna, Clavero ha respondido que no habla de su vida privada, pero sí negó que tuviera «ninguna relación personal con la jefa de enfermería, que fue quien, según la alcaldesa, realizó la consulta al SMS para que le administraran la vacuna.