¡Este final es ridículo!

Los que vemos baloncesto asiduamente estamos acostumbrados a de vez en cuando ver finales muy cerrados en donde en el último suspiro un balón entra o no en el aro y así define un encuentro para un lado o para el otro. Aquí lo que veremos es otra cosa es esa mentalidad ganadora de un jugador que mientras todos ya se habían dado por vencido él decidió hacer una última jugada que, con el resultado ya puesto, sin dudas fue una gran elección.