Carlos Sainz: los temibles problemas a los que se enfrenta en Ferrari

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Fue la sorpresa que volvió a despertar a la Fórmula 1 en España; Carlos Sainz correrá en 2021 y 2022 para el equipo Ferrari y cumplirá el sueño de cualquier piloto. El problema, si es que se le puede llamar así tras la frase anterior, es que la Scuderia roja se encuentra envuelta en mil y un quebraderos de cabeza, y ya no sólo con su coche, sino también en lo que respecta a su trabajo de futuro o de manera interna.

Por tanto, y viendo que los de Maranello se han visto en este 2020 en sus horas más bajas, y que a día de hoy parece que Carlos Sainz podría haber seguido cosechando mejores resultados, al menos a corto plazo, si se quedara en McLaren, todo apunta a que el madrileño puede estar acompañado de algún que otro problema en sus primeros compases con los de 'Il Cavallino'. Los conocemos a continuación.

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Carlos Sainz deberá pelearse no sólo con Leclerc, sino con su propio coche

Carlos Sainz Leclerc Ferrari

Es evidente que el motor de Ferrari ha perdido mucho poderío esta temporada, y más obvio aún es que se ha debido al acuerdo secreto que alcanzaron con la FIA acerca de sus propulsores. Aunque no se ha filtrado nada concreto, parece que se encontró alguna irregularidad en los motores que utilizó Ferrari en 2019, y que eran claramente los mejores de la parrilla.

Pero también está claro que el problema va más lejos. Alfa Romeo y Haas usan los mismo motores que Ferrari y en circuitos como Spa, puramente de potencia, estuvieron a la par. Por lo tanto, también es palpable que los problemas de los coches rojos fueron también de un chasis y coche defectuoso en todas sus áreas.

Y Abu Dhabi así lo reflejó con Leclerc, donde el monegasco intentaba con todas sus fuerzas exprimir al máximo un SF1000 que sólo era capaz de medirse con su compañero, y el resto de la zona más baja de la tabla. Cuando Carlos Sainz se encontró con el monegasco, las altas prestaciones del McLaren evidenciaron que mucho tiene que mejorar ese Ferrari para situarse donde se quiere. El madrileño está atento.

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