Es un hecho que hay tecnologías que nos vuelven más tontos. Son muchas las razones de por qué. Porque en primer lugar, perdemos mucho el tiempo, y también nuestra concentración. No podemos pensar en otra cosa, y al final, nos damos cuenta de que ya nos ha pasado. Si es que hay tecnología que nos vuelve estúpidos, y nosotros nos dejamos.
Porque ahí está el problema: que también somos nosotros los que nos dejamos llevar, y dejar que nos vuelvan más estúpidos de lo que somos. No por nada en especial, o por la tecnología en sí, sino todo lo que conlleva: el tiempo que perdemos, la tonterías ideológicas que leemos... y al final, todo es una bomba de relojería y explota.

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4El mando de la tele
Aunque parezca estúpido, en realidad no lo es tanto. Muchas personas terminan sentándose en un sofá después de un largo día, para al final, darle al botón una y otra vez. Y al final, no ver nada, y escuchar mil diálogos, y tener en la cabeza un batiburrillo de ideas, de programas, de comentarios... y de la nada, a la vez.
Porque al final, la persona no hace nada. Como al hacer zapping, la persona en realidad no ve nada, lo cierto es que es como una sensación continua de no hacer nada, de no tener nada terminado. Es algo extraño, pero la verdad es que ya son muchos los que estudian los efectos negativos de las horas muertas que pasamos delante de la tele.





