No es una pregunta figurada. El debate ha llenado páginas y páginas de la historia del fútbol contemporáneo. La cuestión atravesó la plenitud de Maradona y le acompañó por siempre cuando décadas después otros futbolistas, especialmente Leo Messi, acreditaron los suficientes méritos como para plantarle cara. Pero ahora, tras su repentino fallecimiento, se hace aún más palpable: como El Diego no habrá.
Su muerte detiene un torbellino alucinante de hechos, de una existencia que se irradió hasta los rincones más escondidos del planeta. Ser Diego Armando Maradona fue algo único, incomparable, inimitable. Endiosado, virtuoso y enviciado. Entrañable y pendenciero. El hombre de una época, referencia de las mayores glorias deportivas y símbolo de algunos fracasos personales. Repasamos el por qué de todo ello, de por qué nuestro Maradona. Ese deslenguado carismático del viejo mundo; ese Diego de trampitas mágicas en el vivir.
5La Copa de México 86, 'su mundial'

Maradona fue y es el mejor por un cúmulo de razones. Y nos apartamos del tema personal. Hablamos de Maradona jugador de fútbol. Él y el balón. Él y su equipo. Él y los compañeros. Él y los rivales. Él y sus logros... que van más allá de los registros.
Hizo brillar a un equipo de minúsculas dimensiones como lo era Argentinos Juniors, con el que fue subcampeón. Jugó en el equipo de sus sueños, Boca Juniors, al que hizo campeón muy bien rodeado. Fue ahí cuando marchó hacia Europa. La historia ya la conocen: su primera aventura fue Barcelona para poner pronto destino al Nápoles origen de todas las cosas (las bellas y las no tanto) que sacudieron al gran Maradona.
Por lo tanto, vamos a irnos más lejos; Argentina, su selección. Con gloria y decepción incluida. Diego necesitó prepararse especialmente para el mundial de México, en 1986 porque ya eran tiempos complicados en su plano personal. Fue ahí cuando aprovechó con creces el que es 'su mundial', a los 26 años, una edad justa. Aunque antes mostró que era muy humano. Tanto, que si bien Argentina mantenía un lugar importante como plantilla, su clasificación corrió peligro. Finalmente Passarella y Gareca completar el primer paso de aquella Copa del Mundo.