Canarias exige derivar inmigrantes a la Península para aliviar la saturación

La consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Noemí Santana (Sí Podemos), ha admitido este miércoles que el alojamiento de migrantes en hoteles y complejos de apartamentos en Canarias no es lo ideal, pero sirven para atender una «grave crisis humanitaria», de ahí que haya exigido al Estado que inicie las derivaciones a la Península.

En la sesión de control del Parlamento a preguntas de Cs y CC, se ha mostrado «orgullosa» de la gestión de las competencias propias del Ejecutivo, que se corresponden con los menores no acompañados, en torno a 2.000 –la mayor cifra de la historia–, y de los que 455 se alojan en dos complejos turísticos de Gran Canaria.

Además, ha defendido la gestión del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que aporta 10 millones a la comunidad autónoma para afrontar los costes de acogida de los menores, y va a celebrar una reunión interterritorial para estudiar la posibilidad de derivar menores a otras comunidades autónomas.

Santana ha incidido en que las derivaciones de migrantes a la Península «son necesarias» y que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «se equivoca», pues no hay ninguna legislación europea que impida que se puedan mover hacia otros puntos de España. «Son irregulares, no delincuentes», ha destacado.

Además, ha dicho que Podemos en Canarias «no es una sucursal» de la dirección nacional por lo que siguen «exigiendo responsabilidades» sobre el desalojo de más de 200 migrantes del campamento de Arguineguín, al tiempo que se mostró «muy orgullosa» de la reacción del presidente, Ángel Víctor Torres, que gestionó alojamiento para los migrantes que viajaron de Gran Canaria a Tenerife para seguir su viaje hacia Huelva y se vieron bloqueados por problemas con la documentación.

Ricardo Fernández (Cs) ha señalado que «no es normal» que los migrantes se alojen en hoteles –unos 6.000 según sus cuentas– y se preguntó «qué hubiera pasado» en una temporada alta normal, con el 90% de ocupación.

A su juicio, el Estado «ha escurrido el bulto en inmigración» porque mientras se opone a las derivaciones a la Península «hacen campamentos».

Rosa Dávila, del Grupo Nacionalista, ha comentado que el viaje de migrantes de Gran Canaria a Tenerife en un barco de línea regular y que no pudieron proseguir la ruta a Huelva fue un «episodio lamentable», entre otras cosas, porque «no les esperaba nadie», salvo el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, que gestionó con Cruz Roja que pudieran ser atendidos.

Ha dicho que Santana no puede sentirse orgullosa de su gestión en la Consejería, más aún al formar parte de un partido que «se dice progresista» ha tenido hacinadas a más de 2.000 personas en Arguineguín «vulnerando los derechos humanos».

Junto al «puerto de la vergüenza», ha criticado que el Gobierno central esté «construyendo el mayor campamento de refugiados de Europa, e incidió en que Podemos Canarias ha quedado «desautorizada» al pedir la dimisión de Grande-Marlaska «y les mandaron a callar». «No se gobierna a golpe de tuit», ha espetado a la consejera.