Ábalos dice que los campamentos en Canarias son provisionales

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha señalado este sábado que las 7.000 plazas anunciadas por el Gobierno para hacer frente a la llegada de migrantes son provisionales dado que su objetivo es que tengan unas condiciones de atención «decorosas» hasta que puedan retornar a sus países, pues llegaron a las islas de forma ilegal, y «evitar las imágenes» de hacinamiento del muelle de Arguineguín.

En una rueda de prensa con motivo de su visita a las obras de ampliación del aeropuerto Tenerife Sur, ha comentado no se puede dar el mensaje de que «esto es posible», en referencia a la entrada ilegal en España, aparte de que el Estado tiene una «responsabilidad» ante la Unión Europa.

En esa línea, ha apuntado que Canarias es «la puerta» de entrada a Europa, especialmente desde que se han controlado los flujos en el Mediterráneo y las ‘mafias’ se han dirigido hacia el sur, de ahí que el archipiélago sea un «elemento de contención».

El ministro, que no ha estado acompañado por el presidente canario, Ángel Víctor Torres, sino por el consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis, y el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, ha comentado que se debe «combinar la política de fronteras» con una migración regular, la lucha contra la pandemia sanitaria y la «sensibilidad humanitaria», y en ese sentido, ha señalado que «el Estado hace verdaderos esfuerzos».

Ha comentado que Canarias ha vivido un fenómeno migratorio «abrumador» en poco tiempo, y ante esa realidad, ha defendido el «gran compromiso» del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, y la «gran preocupación» del titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha viajado a Marruecos en busca de «colaboración» en las fronteras.

Además, ha insistido en que África también tiene pandemia de coronavirus y «se vive de modo distinto» pues sus países no tienen el mismo estado del bienestar y la presión migratoria se ha intensificado, con el hándicap de que muchos países han cerrado las fronteras y «complica más» las devoluciones que en la anterior crisis de los cayucos.

Ábalos ha admitido que en el Gobierno canario están «bastante angustiados» con la crisis migratoria que, en su opinión, «no se puede abordar de modo simple» ya que hay varias «sensibilidades» que van desde la «atención humanitaria» hasta las «reacciones xenófobas», pues la inmigración «genera sentimientos contradictorios».

A su juicio, el problema se debe abordar «con rigor» porque «es complejo» y afecta también a cuestiones internacionales, aparte de que «no es nuevo» y las islas ya lo vivieron en 2006 con la llamada ‘crisis de los cayucos’.

Con todo, ha indicado que Canarias vive «momentos difíciles, días duros», pues a la crisis económica y sanitaria se ha sumado la migratoria, pero ha dejado claro que el Gobierno central no va abandonar a las islas.

«NO ESTÁN SOLOS, NO VAN A ESTARLO»

«Los poderes públicos debemos expresar que no están solos, no van a estarlo, vamos a estar codo con codo», ha señalado.

Sobre la polémica generada por el viaje de casi 200 migrantes en barco desde Gran Canaria a Tenerife y su imposibilidad de continuar hacia Huelva –una pequeño parte sí logró embarcar–, ha señalado que son competencias de Interior pero, en todo caso, señaló que los ciudadanos extranjeros pueden moverse pero tienen 72 horas para estar localizables.

En parecidos términos se expresó el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, quien comentó escuetamente que los migrantes irregulares tienen que estar localizables porque cuentan con orden de expulsión y no pueden viajar si no tienen la documentación en regla –muchos no tenían pasaporte o estaba caducado–.