El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha asegurado que no se ha sentido presionado para restituir al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero al frente del cuerpo: «Las decisiones las tomo yo. Eso sí, después de trabajar con mi equipo».
En una entrevista en ‘El Periódico’ recogida por Europa Press, ha dicho textualmente que a él nadie le presiona y que quiso cesar desde el primer momento al secretario general de Interior, Brauli Duart, porque no lo conocía de nada y «no podía asumir el reto de dirigir la Conselleria de Interior con una persona desconocida».
En cuanto a las grabaciones en las que –según el mismo periódico– el exdirigente convergente David Madí niega la valía de Sàmper para dirigir la conselleria, el consller no entiende cómo salieron a la luz y cree que debe hacerse «tirón de orejas a los cuerpos que permiten estas filtraciones y, de forma especial, a la autoridad judicial».
«BORRÓN Y CUENTA NUEVA»
Preguntado por las declaraciones de Trapero, en las que afirmaba tener un plan para detener al expresidente Carles Puigdemont, Sàmper ha dicho que no quiere entrar en valoraciones y que nunca se lo ha preguntado: «No me interesa saber si es cierto o una estrategia. Y quiero hacer borrón y cuenta nueva».
Además, ha asegurado que se ha leído todos los discursos de Trapero en actos de los Mossos antes de restituirlo, porque no quería ofrecerle el cargo a una persona que tuviera ideas incompatibles con las suyas.
Y ha concluido que sus ideas sí son compatibles porque el mayor tiene una interpretación de la policía moderna y progresista, en sus palabras, y ha destacado su «autocrítica y capacidad para pedir perdón».
Ha deseado que Trapero continúe al cargo mucho tiempo más porque tener «tantos jefes en tan poco tiempo no es bueno», y ha lamentado que se ha hecho un uso político de los Mossos desde todos los partidos: por eso pide que los agentes hagan de policías y sean los políticos los que se encarguen de la política.
También ha afirmado que Eduard Sallent se ha tomado su cese como comisario jefe con comprensión y que, en la conversación que mantuvo con él fue «muy correcto y muy educado».
ANTIDISTURBIOS
Sàmper ha sostenido que la imagen social de los agentes antidisturbios es injusta y que son imprescindibles y se ha comprometido a «no permitir la violencia gratuita, aunque en la situación actual la reivindicación de las personas que no pueden llegar a final de mes tiene que saber interpretarse, según ha dicho.
En cuanto a los desahucios, Sàmper ha mantenido que cada semana hay dos o tres conflictivos «del centenar que se efectúan» y que, en su opinión, nadie habla de los otros en los que los policías han aconsejado retrasar el lanzamiento.