Con la pandemia que nos ha caído encima, las mascarillas se han convertido en un accesorio imprescindible y necesario a la hora de salir de casa. Además, no hay excepción de edad ya que todos debemos llevarla.
Está estipulado desde el mes de mayo de 2020 que su uso es obligatorio a partir de los 6 años de edad según el Ministerio de Sanidad. Eso sí, debemos colocarlas siempre y cuando no se pueda mantener una distancia de seguridad que suele ocurrir cada vez que sales a la calle ya que nunca sabes quién puede presentarse delante sin darte cuenta. Incluso, la Asociación Española de Pediatría ha indicado que sería bueno que la lleven los niños que estén entre los 3 años y 6 años de edad.
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¿Entonces quiénes debemos usar las mascarillas?
El uso de las mascarillas es obligatorio para todos salvo los que tengas 5 años o menos aunque se aconseja a los niños entre los 3 y 6 años llevarlas también. Al final, el coronavirus es un nuevo virus que afecta a todos por igual y por lo que debemos estar protegidos. Los especialistas nos informan de que debemos tener mucho cuidado a la hora de personalizarlas ya que de esa manera dejan de ser material sanitario.
Una vez las manipulamos sin conocimiento pueden realizarse errores que hacen que ya no tengan ese efecto protector. Es por eso que a continuación comentaremos cuáles son los errores más comunes a la hora de personalizar una mascarilla.
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No podemos coser y bordar sobre ellas
Este es uno de los errores más habituales y es que coser y bordar sobre las mascarillas es la manera más aparente de personalizarlas. De la misma manera que marcamos otros accesorios como las batas o los uniformes del colegio, muchos padres creen que también se puede hacer con las mascarillas. Esto es un grave error ya que al alterarlas de esa manera abrimos pequeños agujeros en la superficie del accesorio por el que al final se puede colar el virus.
Es decir, estaríamos estropeando la capacidad de filtración. Por lo tanto, no podemos hacer ningún tipo de agujero en la mascarilla aunque sea el de una aguja fina.
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No estampar las mascarillas correctamente
Lo primero que debemos hacer antes de estampar una mascarilla es informarnos bien sobre el proceso para que no altere el material sanitario. Esto se debe a que normalmente a la hora de estampar los tejidos se utiliza un método de sublimación que puede influir en los tejidos.
Si resulta que se ve alterado el tejido afectaría a la capacidad de protección y de transpirabilidad que es algo fundamental en las mascarillas para que no se propaguen todas esas gotas de saliva que pueden salir cuando hablamos o cuando estornudamos.
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Otro error es no fijarse en la calidad de los tejidos
En lo primero que nos solemos fijar cuando vamos a comprar una mascarilla es en lo estético. La apariencia es lo que prima en nuestra sociedad y nos olvidamos de la calidad que debería de ser el factor principal.
Los mejores tejidos son aquellos que tienen una textura suave para la piel y que además gozan de una buena flexibilidad. Este segundo factor es necesario para que pueda encajar bien en las facciones de la cara.
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¿Qué ocurre en el caso de las mascarillas desechables?
En el caso de que usemos mascarillas de usar y tirar, es esencial que estén realizadas principalmente con polipropileno que es un tipo de termoplástico. Esto se debe a que tiene unas ciertas ventajas debido a su coste tan bajo, a la alta capacidad que tiene de filtración y además son hipoalergénicos.
Sin embargo, esto no quiere decir que no tengas desventajas. Una de las principales desventajas son los residuos que genera. Debéis recordar que no dejan de estar realizadas con plástico y por lo tanto el impacto en el medio ambiente es alto. De todas maneras, si vamos a utilizar mascarillas desechables es importante que utilicemos aquella que integran una composición en elastano.
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¿Existe alguna manera de personalizarlas?
Debemos enfocarnos en lo que realmente importa que es el efecto protector de las mascarillas. No todo en esta vida se puede personalizar y llevar a la moda aunque a algunos les pese. Las mascarillas tienen una función sanitaria. Por lo tanto, es totalmente desaconsejable cualquier tipo de personalización. Hay que comenzar a explicar a todos aquellos que quieran personalización en las mascarillas el riesgo que conlleva.
La verdad es que no. Esto se debe a que realmente la mascarilla no debemos quitárnosla en casi ningún momento y menos estando en presencia de otros. Por lo tanto, la probabilidad de que la confundamos con la de otro es prácticamente nula, salvo que estemos en nuestro hogar y en ese caso poco importaría
No obstante, no os preocupéis ya que os dejamos algunas formas de personalizarla sin dañar su capacidad protectora:
- Se puede colocar una etiqueta en los elásticos.
- Se puede escribir el nombre en los elásticos de sujeción que llevan las mascarillas. También se puede poner el nombre en la parte interior de la mascarilla aunque debemos hacerlo siempre con bolígrafos específicos para esos tejidos ya que si no podrían filtrarse algún material.
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¿Hay alguna manera de controlar la calidad de las mascarillas?
Las mascarillas para que sean de calidad tienen que cumplir ciertos requisitos que son:
- Que sea antiviral. Esto quiere decir que los proveedores utilizan a veces metales pesado que pueden resultar perjudiciales para la salud. Un ejemplo de esto es el certificado Oeko-Tex que quiere decir que la mascarilla está realizada de manera que no tiene químicos que perjudiquen la salud.
- Que garantice filtración. Esto quiere decir que la mascarilla garantice el poder de filtración de partículas indicando que supere el 90%.
- Que sea respirable. Esto es importante ya que debe garantizar que la respiración es buena y a la vez que filtre aquellas partículas que sean peligrosas. Es la norma ISO 9237 la que se encarga de probar esto.
Debemos de procurar comprar siempre mascarillas homologadas para asegurarnos de su calidad y grado de protección.
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