Museu del Disseny de Barcelona revisa el modernismo en clave de inicio de la cultura del diseño

El Museu del Disseny de Barcelona abre este jueves una exposición semipermanente que reinterpreta por primera vez el modernismo catalán como el inicio de la cultura del diseño, según han explicado las comisarias de la muestra, la directora del centro, Pilar Vélez, y la historiadora del arte Mireia Freixa, en su presentación este miércoles.

Las comisarias han elaborado la exposición ‘Modernisme. Cap a la cultura del disseny’, «pensando en cómo nace durante esta etapa artística la cultura del diseño» entendido como el proceso de la creación, la producción, la promoción y, en especial, el uso de los objetos.

La composición de la muestra ha recibido donaciones, entre otros, del archivo Escofet, del fondo del dibujante proyectista Josep Pey y de la Casa Lleó Morera, así como adquisiciones y obras propias del Museu del Disseny, según ha indicado Vélez.

DEL MODERNISMO A LA ACTUALIDAD

La muestra plantea las etapas del movimiento modernista, corriente artística que para Freixa tenía la voluntad de regeneración y en Catalunya también fue una «vía para la europeización desde una posición cultural más periférica» con influencias de las artes artesanales e industriales autóctonas.

Otro foco de atención en esta exposición es el hogar, un espacio para el consumo del arte modernista de mobiliario funcional y fenómeno que, para las comisarias, coincide con una de las bases del diseño moderno; por ello se ha recogido material promocional y muestras de los objetos modernistas comercializados.

Centrada en el esplendor del movimiento a finales del siglo XIX y principios del XX, la exposición también muestra el vínculo entre el modernismo y la corriente local del Noucentisme así como la recuperación del Modernismo y el Arte Nuevo desde la mitad del siglo XX hasta hoy mediante algunas reediciones también expuestas.

Parte de la muestra recorre también el racionalismo y la modernidad, ejemplificadas al máximo en la silla GATCPAC, porque estas corrientes eran «muy críticas con el modernismo» pero a la vez sensibles a la artesanía y puerta de entrada al diseño moderno.

Freixa ha destacado la presencia de mujeres en la exposición, pues ha considerado que «las artistas ya no se pueden obviar» cuando se habla de cualquier arte moderno.