El secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, ha puesto en valor que si de algo se puede enorgullecer el Gobierno es de haber atenido a los autónomos y de «no haberlos dejado de lado» y ha resaltado que el gasto en prestaciones para trabajadores por cuenta ajena ha ascendido a 7.000 millones de euros, «prácticamente la recaudación del régimen».
Asimismo, durante su intervención en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados ha explicado que las prestaciones a autónomos puestas en marcha por la pandemia no son contributivas, es decir, que no se ha cotizado por ellas.
«Me parece difícil aceptar que se está diciendo que no se está ayudando a los autónomos, otra cosa es que el Presupuesto de 2021 tenga un importe menor en esta partida, pero es porque consideramos que en 2021 va a ser mejor la situación que en 2020».
En esta línea, ha afirmado que los gastos de la Seguridad Social recogidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) casi no varían en 2021, de hecho «bajan un poco», mientras que el gasto en pensiones crece cerca de un 3%, pero el total apenas se mueve porque «se contempla una reducción muy fuerte de las prestaciones extraordinarias para autónomos, porque se entiende que no van a ser necesarias en los niveles de 2020 en 2021».
Arroyo también ha subrayado para el próximo ejercicio la situación en general va a mejorar y ha mandado un mensaje de tranquilidad recordando que el Gobierno ha respondido y ha puesto los medios necesarios para ayudar.
«Las prestaciones son todas ampliables, la Ley General Presupuestaria lo contempla y, en ningún caso, una pensión, prestación o subsidio se va a quedar sin atender», ha dejado claro, tras incidir en que las prestaciones se van a pagar y en que el Estado va a estar para hacer frente a las personas que lo necesiten.
En general, Arroyo ha afirmado que en 2021 va a haber un crecimiento de las prestaciones «moderado», que va a ir acompañado de un «fuerte» incremento de la recaudación. También ha asegurado que se prevé una «fuerte» recuperación del PIB y del empleo y que se espera que haya una moderación del gasto en incapacidad temporal. Por otro lado, ha resaltado que casi todo el crecimiento de 2021 vendrá por un aumento del empleo, del número de cotizaciones.
ABORDAR EL DÉFICIT A MEDIO Y LARGO PLAZO POR EL ENVEJECIMIENTO
Sobre la separación de los gastos contributivos y no contributivos, ha señalado que, en principio, en una situación de estabilidad cíclica en la que no se esté en mitad de una crisis, cambiar la transferencia ordinaria del Estado por una estructural, debería ser suficiente para cubrir «buena parte del déficit estructural del sistema de Seguridad Social».
«Pensamos que la Seguridad Social puede hacer funciones contributivas muy bien, pero pensamos que la separación de fuentes tiene que estar clara», ha resaltado.
Arroyo ha recordado que en 2023 desaparecerá el déficit y la Seguridad Social deberá empezar a pensar en el déficit a medio y largo plazo que va a tener como consecuencia del envejecimiento de la población.