Activistas de Greenpeaces han transformado espacios ocupados por coches y cemento de zonas de Madrid, Sevilla, Valencia y Vigo en áreas «más verdes, sostenibles y habitables», con motivo del Día Mundial de las Ciudades, que se celebra este sábado 31 de octubre.
De este modo, la organización ecologista ha reclamado otro modelo de ciudad en un contexto de crisis sanitaria y socioeconómica que, a su juicio, «ha puesto sobre la mesa la necesidad de transformar la vida urbana.
En otras 29 ciudades españolas, activistas de la organización han «hackeado» carteles y señales para exigir más carriles bici, mejor transporte público, acceso a energía limpia y a alimentos ecológicos y de cercanía, o más espacios verdes, entre otras demandas.
Estas actividades se han replicado también en otros lugares del mundo como parte de una campaña internacional de Greenpeace que, bajo el lema ‘#REinventa_TuCiudad’, propone un nuevo modelo de ciudad que lidere la lucha contra la emergencia climática.
«La pandemia nos ha abierto los ojos. Una ciudad mejor no solo es posible, sino que es necesaria para disfrutar de una vida más segura y resiliente. Los alcaldes y alcaldesas deberían escuchar a la ciudadanía y a los movimientos urbanos y tomar medidas que transformen las ciudades en lugares mejores y más sostenibles», ha señalado la responsable de la campaña, Alba García.
En sus palabras, esta revolución urbana «no debería cambiar solo las ciudades, sino también los países, hacia una lucha contra la emergencia climática». «El futuro de nuestro planeta y nuestras economías depende de cómo gestionemos el desarrollo urbano», ha asegurado.
La ONG ha advertido de que, actualmente, el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que esta cifra aumente a casi el 70% para 2050. En este sentido, ha asegurado que las ciudades emplean más de dos tercios de los recursos y la energía del planeta, lo que representa más del 70% de las emisiones de dióxido de carbono.
«A medida que las ciudades sigan creciendo, también lo harán estas cifras. Pero hay soluciones: lograr que las ciudades estén más conectadas y coordinadas en torno a políticas ecológicas podría generar ahorros económicos de hasta 17 billones de dólares para 2050», ha apuntado.
Para Greenpeace, las ciudades y sus habitantes «deben estar a la vanguardia de los esfuerzos para afrontar la emergencia climática y la crisis económica que vive el mundo».
«Los ayuntamientos son directamente responsables ante su ciudadanía y mucho más ágiles que los Gobiernos nacionales para tomar medidas decisivas, a menudo con resultados inmediatos e impactantes. En el contexto de emergencia climática y sanitaria en el que nos encontramos, es crucial que se realicen los cambios señalados», ha explicado García.