El Cilantro y la Caléndula mejoran la presencia de polinizadores en el cultivo del melón

El Cilantro, la Caléndula, el Jaramago o la Borraja son las especies herbáceas que mejoran la presencia de insectos polinizadores en el cultivo de melón, según un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentación (INIA).

Dicho estudio ha analizado el rendimiento y la calidad del cultivo de los insectos polinizadores con distintas especies herbáceas cerca del cultivo. Además, los resultados han mostrado que la estrategia de utilizar plantas con flores en el entorno agrícola podría aumentar la población de abejas y mejorar la polinización de las especies con el consiguiente beneficio para los cultivos.

Entre las principales causas que afectan negativamente a la diversidad y abundancia de polinizadores, se encuentra la degradación y fragmentación de hábitats naturales. Su declive en los agro-ecosistemas pone en riesgo la producción de cultivos con polinización entomófila, es decir, la mediada por insectos.

Sin embargo, la implementación de márgenes florales al ofrecer fuentes alternativas de polen y néctar más allá de la floración del propio cultivo, puede mejorar los servicios de la polinización y, en consecuencia, mejorar las cosechas.

«La utilización de determinadas plantas con flores a escala regional en el entorno agrícola, podría aumentar las poblaciones de abejas y, por lo tanto, ayudaría a proporcionar servicios adecuados de polinización a lo largo de los años. Otras alternativas interesantes para incrementar la presencia de polinizadores serían la disminución del uso de plaguicidas o el ofrecer estructuras de anidación para las abejas silvestres, que fueron muy abundantes y diversas en nuestro estudio», ha explicado la investigadora, Celeste Azpiazu.

Este estudio se ha realizado durante dos años consecutivos en parcelas experimentales en la finca La Poveda (Madrid), donde se evaluó tanto las diferentes especies del margen, como las visitas de polinizadores al margen y al melón, así como el rendimiento y la calidad del cultivo.