Ana Locking habla abiertamente sobre su lucha contra el cáncer

Ana Locking ha hablado por primera vez, detalladamente sobre su lucha contra el cáncer, esta enfermedad que afecta a tantas mujeres y que la investigación no se ha parado ni un segundo en los últimos años para poder conocerlo mejor. La diseñadora de moda ha confesado que se volcó en las historias de la gente para seguir hacia adelante: «Las historias de otras personas me han ayudado a mí también, desde que yo lo hice público he recibido a través de redes sociales un montón de mujeres que pasan por la misma situación o que se lo acaban de diagnosticar, tienen terror. Los primeros días son terroríficos, no sabes cómo lidiar con ese mensaje que te han dado, la incertidumbre es tremenda».

Sin embargo, las buenas noticias vinieron poco tiempo después: «tienes un tumor de grado 3 pero te lo hemos cogido a tiempo. Es peligroso pero es un diagnóstico muy precoz, no te preocupes que te voy a salvar de esto. Para mí esas fueron las palabras mágicas, esto se cura. Quizás otras mujeres se van a curar también pero costará más, la detección precoz es fundamental, se ha avanzado tanto, mi madre tuvo cáncer de pecho hace 25 años, lo que le vi pasar a ella, ni por asomo lo he pasado yo. Me refiero a los efectos secundarios de los tratamientos. Quiero hacer hincapié en que los tratamientos van puntuales a la células malignas, se intenta no tocar a las células sanas».

De todas formas, Ana ha asegurado que lo más importante de todo es la voluntad con la que te enfrentes al cáncer: «Con mucha voluntad, me lo diagnosticaron tres días antes de empezar el confinamiento, no pude tener el calor de mi gente. Mi pareja el día que yo volví del hospital cayó con Coronavirus y yo pasé de ser enferma a enfermera, eso me hizo olvidarme de mí, no estar lamiéndome las heridas. Las circunstancias fueron tan tremendamente adversas, mi pareja estuvo en la habitación y yo en el salón, no había abrazos ni nada, yo estaba sola completamente».

Si hay algo que ha llevado bien la diseñadora durante su lucha contra esta enfermedad han sido las sesiones de radioterapia: «Tuve mucha suerte porque el nivel era muy bajito, no me tuve que dar quimio, era un nivel del 4% de remisión en el futuro y eso se cura totalmente con la radio, ese día volví a nacer. Fui la paciente más feliz en las sesiones de radioterapia, he tenido mucha suerte, me siento muy afortunada, con voluntad de todo se sale. El círculo de amistad más íntimo son los que te ayudan a salir hacia adelante, que nadie te trate como una enferma, el humor ha sido una constante para sacar esa fortaleza, a veces el humor un poco negro».