La mala fortuna no se aleja de Carlos Sainz en esta temporada. Y ya van unas cuantas. Porque tras una buena sesión de clasificación en el Gran Premio de Rusia, celebrado en Sochi, la carrera le dejó fuera de toda oportunidad a las primeras de cambio, cuando en la salida se vio abocado al abandono con mitad de culpa para el piloto madrileño de McLaren. Un Carlos Sainz que empieza a atragantarse un 2020 que podía ser mucho mejor.
Y si no que se lo digan a su compañero Lando Norris que, a pesar de que él también se fue a casa sin ningún punto tras acabar fuera de la zona a pocas vueltas del final, sigue cuarto en el mundial, un lugar en el que estos momentos es muy codiciado y que, sin los numerosos problemas ajenos al '55', Carlos Sainz estaría muy metido en esa lucha. Pero la realidad es la que es, y el de McLaren tomó su segundo abandono consecutivo, el anterior fruto de un accidente múltiple en Mugello, después de su podio y casi victoria de Monza, y por el que hoy es 11º en la tabla general. Repasamos su año repleto de altibajos.
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El rendimiento del McLaren invita a mirar hacia delante con optimismo
En estos momentos, y contando con la poderosa carrera en Monza, todo queda a trás, y ahora solo queda el futuro. Unos últimos meses enfundado en el McLaren naranja antes de poner rumbo a Ferrari y, pese a todo, en Maranello no andan muy allá las cosas. Aún así, el español mira hacia delante, se pone objetivos y trabajará a destajo para intentar conseguir buenos resultados en las próximas citas.
Una estrategia con la que quiere no desesperarse con la mala fortuna que no le ha permitido estar mucho más arriba en la clasificación general de pilotos de esta excepcional temporada 2020. Y eso que el rendimiento del coche a lo largo el fin de semana, con el sexto puesto en la parrilla auguraba un domingo totalmente distinto que invitaba a lograr cosas importantes. "He salido bastante mal. Estaba muy sucio el lado derecho y todos los que íbamos por ahí nos ha costado mucho", recordó Carlos Sainz, que retrasó la frenada en la primera curva ante el asedio de Lando Norris. Incrustado en una zona de riesgo, con Sergio Pérez al acecho, la excursión por la escapatoria terminó de la peor manera posible.