Es una de las grandes noticias del deporte español: Fernando Alonso volverá a pilotar un Fórmula 1 en 2021, y lo hará a los mandos del Renault para las tres próximas temporadas, persiguiendo la revolucionaria 2022 que haría darle la mayor oportunidad para el camino a la victoria. Un matrimonio, el de Alonso y los galos, que encumbró al asturiano.
Por lo que ésta será la tercera etapa del de Oviedo en Renault, después de las de los años de 2002 a 2006, y las temporadas de 2008 y 2009, antes de marcharse a Ferrari. Ahora lo hace con la premisa de recuperar tiempos perdidos y de intentar volver a las buenas sendas con un coche que aún le queda camino por recorrer, pero con la garantía de un piloto que sigue estando a su mejor nivel. Así, repasamos los momentos más icónicos del español durante sus años como piloto del equipo del rombo.
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La primera victoria de Fernando Alonso llegó en Hungria 2003, con Renault, doblando a Michael Schumacher
Sin duda alguna, para repasar algunos de estos momentos icónicos en los que Fernando Alonso querrá repetir en esta tercera alianza con Renault, nos tenemos que remontar al 24 de agosto de 2003, un domingo caluroso en el que el asturiano, con tan solo 22 años, se convertía entonces ganador más joven de la historia de la Fórmula 1, dando a España su primera victoria en el Gran Circo.
Allí, lograba ya su segunda pole después de que lo hiciera carreras antes en Malasia, también adentrándose en los libros de los récrods. Desde luego, la única obsesión para Fernando Alonso aquella tarde pasaba por no dejar de tirar al máximo. Hasta el primer paso por boxes. Durante las primeras dos o tres vueltas, aún tenía a Mark Webber en el retrovisor.
En la novena, preguntó dónde quedaban los rivales, porque no les veía. Le respondieron que contaba con 15 segundos de margen. El ritmo del R23B, estrenado un mes antes en Silverstone, resultaba arrollador. Incluso para la leyenda de Michael Schumacher, que a falta de nueve vueltas de la meta, se encontró con el asturiano; dobló en carrera al alemán. Dominando de principio a fin, el piloto de Renault vio en primer lugar la bandera a cuadros.
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La victoria de Fernando Alonso en San Marino 2005 para destronar a Michael Schumacher
Siempre será recordada como una de las grandes exhibiciones de Fernando Alonso en la Fórmula 1: el día en el que se confirmó como el heredero de Michael Schumacher, al que venció en casa de Ferrari tras un agónico duelo en la pista. Una lucha que al año siguiente volvió a repetirse, esta vez con los mismos protagonistas, pero los papeles cambiados.
Fernando Alonso lideraba el Gran Premio de San Marino con relativa comodidad, pero su motor renqueaba desde los entrenamientos y en carrera la situación empeoró, propiciando que el español tuviera que prescindir de un cilindro y con ello de unos 30 caballos de potencia para las 62 vueltas.
Pero por esa regla histórica invariable en el deporte por la que un mito nace pisando las cenizas de otro, Fernando Alonso iba a empezar a construir su verdadera leyenda dando una lección de pilotaje ante el mejor que ha habido. Fueron 12 vueltas durísimas, en las que Alonso se sobreponía a los problemas cerrando todos los huecos a Schumacher, que nunca se había visto en semejantes problemas, y menos ante un joven asturiano que tenía ya el carácter y el descaro de los más grandes. Con toda seguridad, una de las victorias más significativas.
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Los títulos de Fernando Alonso en 2005 y 2006
Una temporada antes, en 2004, Fernando Alonso nos deleitaba con la que había sido ya su mejor campaña después de solo dos temporadas (2001 y 2003) en las que había competido como piloto oficial, ya que en 2002 regresó a Renault como piloto reserva y de pruebas después de estar cedido en Minardi. Aquel año logró terminar la temporada siendo el cuarto piloto del Mundial, por detrás de Button Barrichello y Shumacher.
Era solo el aperitivo de todo lo bueno que nos esperaba. Un año después, en 2005, Alonso se proclamó campeón del Mundial de Fórmula 1, siendo además el primer español en conseguir algo así. Con 24 años, además, fue el más joven en lograrlo. Lo hizo ganando siete carreras. Al término de esa temporada, se anunció que el siguiente año sería el último de Alonso con Renault, pues luego correría para McLaren. Esta circunstancia, en cambio, no afectó al asturiano, que en 2006 volvió a salir campeón del Gran Circo, celebrando de nuevo siete victorias. De aquel año quedará su triunfo en España, el primer español (y el único) en conseguirlo.
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Gran Premio de España 2006: por fin la victoria en casa
Durante el gran inicio de campeonato de 2006, Alonso conseguiría su primer triunfo en el Gran Premio de España, en casa. Por fin podía levantar el triunfo después de dos segundos puestos. Y es que aquel era un Renault mucho más competitivo que el del año anterior, donde el asturiano se perfilaba en ese 2006 a repetir el título y para ello necesitaba demostrar antes que podía ser profeta en su tierra.
Durante el sábado, Fernando desató la locura de los aficionados tras hacerse con el mejor tiempo, anotándose una pole con un sabor muy diferente a las anteriores. Ya en carrera, Alonso picó en punta y mantuvo a raya tanto a su compañero Fisichella como a su rival Schumacher para firmar una gran victoria en Montmeló frente a todos los locales que le fueron a ver; España, más que nunca, estaba encendida con la ‘Alonsomanía’.
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Hungría 2006, la seña de las salidas magistrales
Algo muy a destacar de Fernando Alonso en su trayectoria son las salidas, que eran, sin duda, el punto más sorprendente de aquel joven asturiano. Una marca de la casa que ya la empezó a hacer en Minardi, así como ocurrió después en Ferrari o McLaren, pero con Renault se empezó a deslumbrar ese talento.
Una habilidad, las de las salidas, que la tenemos muy presente por acciones como la que vivimos en el Gran Premio de Hungria de 2006. Alonso, que caía relegado a la decimoquinta posición en la parrilla, era sancionado con dos segundos en clasificación por conducción temeraria contra Robert Doornbos y desobediencia a una bandera amarilla. Solo fue la antesala de una de las mejores carreras del bicampeón.
Con una de las actuaciones más memorables del bicampeón, aquella salida fue apotósica. Alonso no fue el único en partir en la parte baja de la parrilla, su principal rival, Michael Schumacher, salía el duodécimo. Ambos tenían que remontar la carrera, pero el alemán contaba con ventaja. A partir de ahí, las imágenes hablaron como ninguna palabra. Alonso se desencadenó, tanto, que es justo comparar aquella primera vuelta con la de Senna en Donington 1993. El Renault buscaba la adherencia en el asfalto mojado, por dentro, por fuera, por cualquier parte, evitando las trayectorias de seco impregnadas por la goma.
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El retorno y la gesta en Japón 2008
Después de una campaña en McLaren, donde vivió su lucha más fracticida con un Hamilton y una McLaren que le pusieron las cosas muy difíciles, Fernando Alonso tuvo que entregar el trofeo que había conseguido estos dos últimos años en favor de Raikkonen, que fue el mayor beneficiado de la pelea interna en McLaren.
Por ello, Fernando Alonso regresó a Renault para la temporada del 2008, pero el coche no era ni mucho menos el que había dejado en 2006. Aún así, el monoplaza fue creciendo en la segunda mitad de la temporada logrando varios podios y dos victorias, una marcada por el ‘Crashgate’ de Singapur.
Pero, si bien la nocturna no era menos impensable, la de Japón se acontecía imposible. Aún así, con todo, el asturiano volvió a hacer la machada y se marcó una de las victorias más importantes. Una gesta impecable e imprevista, recompensa de sobra para un fin de semana falto de sorpresas. Alonso, entonces, demostraba de nuevo que puede competir de tú a tú y ganar a los grandes, mantieniendo intacta su destreza al volante. Esa victoria fue la que hizo a Ferrari decantarse por él para la temporada 2010.
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La última vuelta en Spa 2008
La última vuelta de Fernando Alonso en el circuito de Spa es de esas vueltas que se quedan grabadas en la memoria. Salió del pit lane octavo para terminar cuarto bajo la lluvia que caía en el trazado belga. Y es que, el astur, a falta de una vuelta para la conclusión de la carrera, decide parar en boxes para colocar los neumáticos de lluvia.
En ese momento llevaba los secos, y decidió ponerse los intermedios. Al salir de boxes es octavo, pero la prueba la termina en cuarta posición, adelantando en una vuelta de infarto hasta cuatro pilotos, dos de ellos, a Kubica y al Toro Rosso de un novato Sebastian Vettel, poco antes de pasar la línea de meta. Para más inri, a mitad vuelta Kimi Raikkonen sufrió un accidente por el que, hasta que el de Renault no superó el monoplaza del finés, no podía adelnatar a sus rivales.
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