La lista de pilotos que vienen pisando fuerte y llamando a la puerta de la Fórmula 1 pinta cada vez mejor. Pero si hay un piloto del que hay muchas expectativas puestas para el futuro en la categoría, ese es Mick Schumacher, hijo de Michael, siete veces campeón del mundo de la categoría reina del automovilismo. Un piloto mucho más que su apellido.
Y es que el joven Mick, hoy con 21 años compitiendo en la Fórmula 2, se postula como uno de los grandes talentos del deporte, y no solo por lo visto en los cursos anteriores, sino por los destellos de calidad que ha ido mostrando al mundo desde pusieran los ojos en él. Así, junto a los Lando Norris, Max Verstappen, Charles Leclerc, o Esteban Ocon, entre otros, la Fórmula 1 tendrá a un piloto llamativo en pista y del que ya presentó su candidatura para ser uno de los grandes. Ferrari le busca asiento…
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Es esa progresión en su carrera y pilotaje la que evidencian que Mick Schumacher está allanando el terreno para más pronto que tarde subir como piloto oficial de la parrilla y cometir en Fórmula 1. Por su parte, Schumacher ha ido sucumbiendo grandes temporadas que son las que le acreditan como gran piloto, más allá de su ilustre apellido.
Esto lo vemos, por ejemplo, en la temporadas de promoción en Fórmulas desde los años de 2014 a 2017 o 2018. Allí, el joven alemán alternó grandes carreras con remontadas dignas de mención con errores propios de quien está bajo presión. Pesan más sus buenas actuaciones, y por ello gana carreras y consigue ser subcampeón llegando en ambos casos a la última ronda con opciones. Con el paso del tiempo, mostró una actitud digna solo de los grandes; sabiendo lo que debe hacer para escalar una montaña increiblemente escarpada.
