Los túneles, submarinos, lavado de dinero y otros secretos del Peñón de Gibraltar

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Parece mentira, pero el pequeño Peñón de Gibraltar tiene más secretos de los que uno se podría imaginar. Basta con hacer un poco de investigación para descubrir que en estos seis kilómetros de espacio puede haber tantas cosas ocultas.

Eso sí, al final todo termina saliendo a la luz, más bueno que malo. Sabemos mucho de lo que aquí sucede, e incluso en su pasado, como es el caso de sus túneles, los cuales tienen cerca de 80 años de antigüedad. Sigue leyendo para poner fin a tus incógnitas sobre algunos de los mayores secretos que se esconden en Gibraltar.

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Los túneles en el interior del Peñón

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Teniendo en cuenta que el Peñón de Gibraltar solo tiene cinco kilómetros de largo por uno de año, es difícil de creer que en su interior haya 52 kilómetros en túneles. Sí, la primera vez que lees esta información tus ojos se abren como platos y no das crédito, pero no puede ser más cierto. Desde jóvenes hemos estudiado la importancia que tiene la posición estratégica de Gibraltar. Ya que este lugar es uno de los mejores puntos de observación si la comparamos con el resto del continente. Está rodeado por el mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, y no sería extraño que muchas de las conquistas foráneas hayan sido presenciadas desde el Peñón.

Durante la Segunda Guerra Mundial, llegó a construirse una verdadera ciudad bajo tierra a lo largo de kilómetros y más kilómetros de túneles. En ellos había depósitos de agua, combustibles, generadores de electricidad, carnicerías, servicios telefónicos, panaderías, e incluso hospitales. El historiador Tito Vallejo Smith explicó que: «Los ingleses se enteraron que había un plan de invasión por los alemanes y Gibraltar siendo tan pequeñito dijeron: aquí no nos podemos quitar del medio cuando empiecen los bombardeos, nos tenemos que meter bajo tierra«.

Y así fue como estos túneles dieron comienzo. En primer lugar, se evacuó a los ancianos, mujeres y niños, y después de ellos comenzaron la construcción en el interior del Peñón de Gibraltar. Así, toda la guarnición militar podría estar protegida. Al parecer. según ha explicado este historiador, tenían todo preparado para que no necesitar nada del exterior durante un total de nueve meses.

Y no solo eso, ya que cavaron túneles, algo había que hacer con toda la tierra. Esta acabó en el mar, y se utilizó para construir la pista de aterrizaje que fue tan importante para la invasión del norte de África durante la guerra. Es la misma pista que hoy conocemos por atravesar la única carretera que nos lleva al Peñón. «Gibraltar se convirtió como en un portaaviones gigante«, cuenta el historiador. Pero a día de hoy, la mayoría de esos túneles están cerrados. Algunos solo se usan de forma exclusiva por el ejército británico y otros se usan por civiles para el almacenamiento de agua y combustible.

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