La Policía interviene más de 5.000 kilos de de marihuana y desarticula una organización dedicada al cultivo a gran escala

Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la operación Templón-Osbale, han desarticulado una organización criminal de origen albanés dedicada al cultivo y distribución de marihuana a gran escala e intervenido cinco toneladas y media de esa sustancia.

Según informó este domingo el Ministerio del Interior, la operación policial ha permitido desmantelar los tres enclaves de esta organización, un cultivo oculto en un paraje boscoso en el espacio natural de la Noguera Ribagorzana, una plantación indoor utilizando todo un edificio en la localidad oscense de Monzón, y un chalet en la provincia de Lérida utilizado como centro de operaciones y para el secado y envasado de la marihuana.

Asimismo, se ha detenido a cuatro miembros, entre los que se encuentran los dos líderes de la organización. En total se han intervenido 7.870 plantas de marihuana y 107 kilogramos de esta sustancia en cogollos, con un peso de cinco toneladas y media.

La investigación se inició en el mes de abril, al detectar una plantación de marihuana en una gran extensión en una zona boscosa ubicada en la zona limítrofe entre Huesca y Lleida. Con las pesquisas realizadas se localizó, además de este cultivo al aire libre, otra plantación ‘indoor’ que ocupaba la totalidad de un edificio en el casco histórico de Monzón, así como el lugar donde se llevaba a cabo el secado y envasado de la marihuana y que constituía asimismo el centro de operaciones de los líderes de esta organización.

La operación culminó el 2 de julio con la detención de los dos líderes de la organización, así como dos operarios que custodiaban las plantaciones referidas. A los mismos se les imputan los delitos de tráfico de estupefacientes, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico.

La plantación desmantelada se encontraba oculta en una zona boscosa de muy difícil acceso, ubicada en el espacio natural de la Noguera Ribagorzana. Los integrantes del grupo habían talado grandes superficies de pinares aprovechando al máximo los bancales del bosque para cultivar la marihuana y habían alterado los barrancos para poder almacenar agua, que posteriormente era conducida hasta los campos de cannabis con mangueras movidas con bombas de agua alimentadas por generadores de energía eléctrica.

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