La UE sitúa al Plan de Acción Europeo de la Economía Social como un pilar de la reconstrucción

El Intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo, en una reunión telemática celebrada ante más de 400 personalidades de las instituciones comunitarias, de los Estados miembros y de las entidades de la Economía Social, ha situado al Plan de Acción Europeo para la Economía Social como un pilar de reconstrucción social y económica tras la crisis causada por la pandemia del Covid-19.

El comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit, precisó en este encuentro la aprobación en 2021 de un ambicioso Plan de Acción para la Economía Social, encomendado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Además, Schmit recordó cómo las organizaciones y empresas de este modelo empresarial están en primera línea en la lucha contra la pandemia, prestando ayuda y cobertura a los colectivos más desfavorables.

El comisario también destacó su compromiso para que todas las medidas económicas y sociales aprobadas por las instituciones europeas se apliquen a la Economía Social

El presidente de ‘Social Economy Europe’ (SEE) y de la Confederción Empresarial Española de la Economia Social (Cepes), Juan Antonio Pedreño, subrayó que “pese a los duros momentos que estamos viviendo, las instituciones europeas reconocen y apuestan por desarrollar una hoja de ruta para la Economía Social, que representa el 8% del PIB de la Unión, con el objetivo de cimentar un futuro sostenible, inclusivo y de bienestar, en el que nadie se quede atrás”.

Pedreño precisó la necesidad de “promover la Economía Social en Europa como palanca para la reindustrialización y la recuperación económica y social”. En este sentido destacó el “fomento del emprendimiento colectivo como motor para la reindustrialización de Europa”. Por ello, pidió “apostar por nuestro capital humano, acompañando y animando a los más jóvenes a desarrollar proyectos estratégicos emprendiendo de forma colectiva, una forma mucho más resiliente que el individual. El empleo autónomo es importante, pero no es la solución, es menos resiliente a la crisis”. Asimismo, solicitó “planes para fomentar y ayudar a los emprendedores colectivos en toda Europa a través de marcos jurídicos e institucionales adecuados”.

El presidente de SEE y Cepes recordó que “en Europa las ‘startups’ de hoy, que serán las grandes empresas del futuro, son en su mayoría cooperativas”, a la vez que reveló “la existencia de un movimiento social protagonizado por muchos jóvenes que se alinean con los valores de la Economía social, por lo que hay que ayudarles a emprender de manera colectiva”.

Pedreño también reclamó “favorecer una mayor utilización de instrumentos como la transferencia de empresas a los trabajadores, para salvar empresas y puestos de trabajo en toda Europa, como ocurrió en la anterior crisis. Este instrumento más o menos común en países como España, Italia o Francia, aunque en todos ellos queda camino por recorrer, no existe en la gran mayoría de países de Europa”.

Además, Pedreño señaló la necesidad de identificar a la Economía social como vector para una economía verde. En este sentido, indicó la promoción de iniciativas fundamentales para la transición ecológica, como las cooperativas de energías renovables que ya son más de 1.500 en toda Europa, fomentar el papel de la Economía Social en la Economía Circular, principalmente a través de empresas de inserción dedicadas a la reutilización, la reparación y el reciclaje. Sin olvidarnos de elementos clave como la vivienda –a través del papel clave de las cooperativas– o la agricultura sostenible.

El presidente de SEE y Cepes también destacó que “es necesario fomentar e impulsar la digitalización de las empresas y entidades de la Economía Social: no hay ninguna duda de que el futuro es digital, esta crisis además nos lo ha anticipado aún más, pero también debe ser justo, inclusivo, democrático y con empleo de calidad”. Pedreño concluyó afirmando que “este es el momento de Europa y también es el momento de la Economia Social”.

TOLEDO, CAPITAL EUROPEA

Por su parte, la ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España, Yolanda Díaz, recordó la reciente designación de Toledo como Capital Europea de la Economía Social. “La ciudad de las Tres Culturas, ejemplo de la tolerancia y el diálogo que, hoy más que nunca, se muestran imprescindibles”, afirmó.

La ministra subrayó que “concebimos la Economía Social como un motor de cambio respetuoso con las personas y con el medioambiente y como una palanca para la reconstrucción económica y social” “ La Economía Social lleva en su ADN las claves para la recuperación”. Por ello, añadió que la presidencia española de la Comisión de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo impulsará “la promoción de la Economía Social por parte de los Estados miembros y de las instituciones europea”.

La ministra también comentó “la apuesta por la innovación social que realizan las empresas de Economía Social”, “que ponen a las personas en su centro”, así como su impacto al desarrollo sostenible, por el enraizamiento en su territorio, que las hace menos propensas a la deslocalización, lo cual revierte en fijar población y combatir la despoblación”.

Durante su intervención Díaz expuso los seis ejes de trabajo sobre los que va a trabajar la presidencia de España en el Comité de Monitoreo de la Declaración de Luxemburgo. Unos ejes que a su vez contemplan medidas que potenciarán y desarrollarán la Economía Social a nivel europeo y además tienen como reto que se unan a este Comité más países de la UE.

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