Sánchez salva una nueva prórroga por mayoría absoluta raspada gracias a Ciudadanos y PNV

El Gobierno logró este miércoles la autorización del Congreso de los Diputados a su solicitud de prorrogar el estado de alarma 15 días, hasta el 7 de junio, con una mayoría absoluta raspada de 177 votos a favor, 162 en contra y 11 abstenciones.

Pedro Sánchez salvó por segunda vez esta votación gracias al respaldo de Ciudadanos y PNV pese a la oposición del Partido Popular –que votó en contra por primera vez– y de que le dieran la espalda al Ejecutivo algunos de sus socios de investidura.

El resultado arrojó un voto a favor y una abstención más, y dos en contra menos, que lo que se preveía a la luz de lo anunciado por los respectivos portavoces o diputados. En concreto, votaron por error a favor dos diputados de Vox, José María Figaredo y Rubén Darío Vegas, y se abstuvo también equivocadamente la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, quien votó presencialmente. Esto explica que hubiera dos votos en contra menos pero sólo uno a favor más, y también una abstención adicional a lo previsto.

A favor se pronunciaron PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV, Más País, Coalición Canaria, PRC y Teruel Existe); en contra tenían que votar PP, Vox, 12 de los 13 diputados de ERC, Junts, CUP, Compromís y Foro Asturias, y las abstenciones debían ser las de EH Bildu, Navarra Suma, Nueva Canarias, BNG, y el diputado de ERC Joan Josep Nuet, que al pertenecer orgánicamente a una organización política distinta, Soberanistes, no está obligado a una disciplina de voto pese a haber concurrido a las elecciones en las listas republicanas.

En su intervención para solicitar la prórroga, Sánchez defendió la necesidad de continuar con el estado de alarma porque es el mejor y único instrumento legal para afrontar “esta situación de crisis extraordinaria porque la legislación ordinaria se ha demostrado insuficiente y la crispación política se ha confirmado inútil”.

Durante el debate parlamentario, que se inició a las 9.00 horas y se prolongó hasta las 15.00 horas, cuando se votaron y rechazaron todas las propuestas de resolución (las presentaron ERC, Ciudadanos, Más País, el BNG, Compromís y Foro Asturias), el presidente defendió que “nadie tiene derecho a derrochar lo que hemos conseguido entre todos” los ciudadanos con “mucho esfuerzo y sacrificio”.

Diez semanas después del decreto de alarma el 14 de marzo, Sánchez insistió en que “no nos ha traído hasta aquí la corriente, no hemos llegado hasta aquí por inercia”, sino que “hemos llegado hasta aquí con el trabajo extremo de los sanitarios y el sacrificio, compromiso y disciplina social del conjunto de los ciudadanos”.

En sus intervenciones sostuvo que “estamos planteando la última prórroga de este mes largo de junio para abordar con máxima eficacia la desescalada”. Levantar el estado de alarma “sería una irresponsabilidad extraordinaria”, dijo el presidente, para después reflexionar que resulta “falso” que se le pida al Gobierno que sustituya en estos momentos de emergencia el estado de alarma por un “rosario de leyes ordinarias que están concebidas para situaciones ordinarias” porque “no es la que estamos viviendo en la actualidad”.

El presidente apeló a la unidad” de la acción política frente a las diferencias “puntuales” y así superar las consecuencias de esta «pandemia mortal» sin «dejarnos llevar por el pavor» y porque, defendió, hasta ahora la “unidad ha salvado miles y miles de vidas en la crisis sanitaria” pero “ahora necesitamos la unidad para combatir la crisis económica y social porque con la unidad podemos salvar miles de empresas, podemos salvar miles y miles de empleos”.

POLLO SIN CABEZA

En su turno, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, acusó directamente al presidente del Gobierno de ir “como un pollo sin cabeza” durante la crisis originada por la pandemia Covid-19 y le advirtió de que él no es el Estado “por mucho que su maquinaria de propaganda le compare con el Rey Sol”.

Casado denunció que Sánchez “ya ha sobrepasado los límites en un abuso insostenible de la excepcionalidad constitucional” y se sorprendió por el hecho de que todavía pretendiera recibir el apoyo del principal partido de la oposición en esta quinta prórroga de un estado de alarma “que ya es un agujero negro para nuestras libertades públicas”.

El líder de la oposición, que por primera vez votó en contra del estado de alarma, elevó el tono durante esta sesión hasta el punto de espetar a Sánchez que la suya ya es “la cara del fracaso” en la gestión de esta crisis. Vinculó así la imagen del presidente “los test falsos, las mascarillas defectuosas, las manifestaciones temerarias y las colas de Aluche”.

También en contra, pero no por primera vez, se manifestó el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien interpretó que Sánchez, con las negociaciones para ampliar otros 15 días el estado de alarma, ha demostrado que sólo busca mantenerse en el poder “como sea, a cambio de lo que sea y con quien sea”. Afirmó al respecto que la “cogobernanza” que se ofrece a los nacionalistas es, en realidad, la entrega de “soberanía” nacional “a cambio de poder exclusivamente personal”.

Como ya hicieron a la solicitud para la cuarta prórroga, hace dos semanas, volvieron a rechazarla los tres partidos independentistas catalanes, ERC, Junts y la CUP. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, que había pedido este rechazo, se lo agradeció a los tres en un tuit y dejó caer que ése era «el camino»: avanzar juntos hacia la consumación de la independencia.

En nombre de ERC, que votó en contra de la prórroga por segunda vez, su portavoz, Gabriel Rufián, advirtió a Sánchez de que el giro que ha convertido a Ciudadanos en aliado necesario para sacar adelante las prórrogas del estado de alarma se lleva “por delante el espíritu de la investidura”. “Se constata la negativa del Gobierno a negociar nada con ERC”, interpretó, porque “han escogido a la derecha”

La portavoz de Junts, Laura Borrás, describió como un “oxímoron en toda regla” la cogobernanza que pretendía abanderar el Gobierno mientras mantiene el mando único en Sanidad y por tanto el «atropello del autogobierno», e ironizó que pactar con Ciudadanos va a ser la “nueva normalidad” política, porque prefiere una España “antes naranja que cogobernada”, parafraseando el ‘España antes roja que rota’ de los fascistas,

Finalmente, la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, celebró que su tesis se haya extendido a otros grupos independentistas. El estado de alarma, dijo, “no puede pasar por encima de los derechos colectivos de los pueblos”, todos ellos bajo el paraguas del derecho de autodeterminación.

Además de los independentistas catalanes, volvió a votar en contra, según confirmó él mismo a Servimedia, el diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, quien no pudo acudir al Pleno por haber dado positivo por coronavirus como probable consecuencia de su trabajo como enfermero. Sánchez le deseó una pronta recuperación desde la tribuna.

A estos votos tradicionalmente contrarios a las prórroga del estado de alarma se unió hoy por primera vez el del diputado de Compromís, Joan Baldoví, quien lo anunció antes del comienzo del Pleno y luego desde la tribuna, adonde esta vez quiso subir en lugar de intervenir desde el escaño como hacía hasta ahora para evitar la posterior desinfección. Subió, dijo, para que se le vea “la cara de decepción con este Gobierno” que le lleva a pasar de votar sí a votar no.

Baldoví afeó al Gobierno que sean capaces de llegar a acuerdos con quienes les han negado el pan y la sal y blanquean a la ultraderecha ”e incapaces de acordar con quienes les ayudaron a sentarse ahí y a aprobar todos sus decretos y todas sus prórrogas” del estado de alarma.

A FAVOR

Los rechazos de algunos de los grupos que apoyaron la investidura de Sánchez se vieron compensados, como hace 15 días, por los de su socio de gobierno, Unidas Podemos; Ciudadanos, el PNV, Más País, Coalición Canaria, el PRC y Teruel Existe.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, centró su intervención en aventurar que el presidente del PP, Pablo Casado, si hubiera gobernado España, habría actuado como su «icono», la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la pandemia, y enumeró una serie de críticas a ésta para sentenciar una y otra vez como leitmotiv: «Menos mal que estamos y menos mal que no están ustedes.

El portavoz de Cs, Edmundo Bal, pidió al presidente profundizar en el acuerdo alcanzado para ser “útiles” a quienes están padeciendo la pandemia. Lo hizo después de precisar que no tiene “nuevos socios”, ya que sus socios son “los que le dejan en la estacada”. Lo que tiene en Ciudadanos, aclaró, es un partido de Estado que apoyará las medidas que considere beneficiosas para el interés general.

Bal argumentó su respaldo a la prórroga del estado de alarma enumerando las medidas introducidas por su partido en la negociación y subrayando la necesidad de decidir “con la cabeza, no con las tripas”, pensando en los afectados y en salir del confinamiento “con responsabilidad”.

El del PNV, Aitor Esteban, confirmó el voto positivo de su formación y lo ligó al cumplimiento de sus demandas, sobre todo en todo lo que atañe “profundizar” en la “cogobernanza”. Eso sí, exigió que la desescalada “no se aproveche para recentralizar unas competencias que están en manos de las comunidades”.

El de Más País, Íñigo Errejón, aprovechó esta nueva solicitud de prórroga del estado de alarma para instar al jefe del Ejecutivo a “reconstruir” el bloque de la investidura que “vemos ante nuestros ojos cómo empieza a desvanecerse”. “Hay que cuidar a los aliados”, le avisó.

Teruel Existe también votó a favor de la prórroga, dado que “lo sigue avalando como necesario el comité científico”. Lo hizo Tomás Guitarte de forma telemática y sin intervenir en el debate, ya que se está recuperando de una intervención.

Finalmente, también la respaldó José María Mazón, portavoz del PRC, después de pedir al presidente una “cogobernabilidad real” para poder apoyar “hasta el final” el estado de alarma, en coherencia con sus posiciones desde el comienzo de la pandemia.

ABSTENCIONES

Entre los grupos que optaron por la abstención, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, reveló sorprendentemente que esperaba llegar a un acuerdo con el Gobierno para «derogar íntegramente la reforma laboral» a cambio de no votar en contra, y, como Sánchez, en su segundo turno, le agradeció la abstención manifestó que su compromiso de hacerlo «permanece indeleble», pero sin referirse a ninguna conversación con este grupo, ella confirmó la abstención.

Por su parte, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN) Sergio Sayas denunció que “la improvisación y el caos” constituyen “el buque insignia de la gestión de este Gobierno” frente a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. En este sentido, opinó que a Sánchez “le gusta” gobernar “a golpe de decreto y con opacidad” y que le falta “empatía y humildad”.

El diputado del BNG, Néstor Rego, subió al estrado “con toda disposición para pasar de la abstención al voto afirmativo” si el Ejecutivo accedía a alguna de sus reivindicaciones y su «cerrazón» no la hacía imposible. Pero Sánchez, por toda respuesta, le agradeció su abstención, igual que lo hizo con el representante de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que también se declaró en la abstención «a expensas» de lo que le contestara el presidente en su réplica.

El último abstencionista, el mencionado Nuet, explicó a Servimedia que volvía a romper la unidad de voto de ERC por la decisión aprobada antes de la cuarta prórroga en la Ejecutiva de Soberanistes. «Tomamos una decisión hace 15 dias, no tengo mandato para cambiarla a pesar de que el PSOE sigue acumulando razones para el no», puntualizó.

SERVIMEDIA